SIMPLE: Regresando a La Esencia De La PascuaMuestra

La Cruz: La autoridad de Cristo sobre la muerte
Y hallaron removida la piedra del sepulcro; y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. 4 Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes; y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea, diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día. Entonces ellas se acordaron de sus palabras (Lucas 24:2-8 RV60).
Algunas personas observaban, otras comentaban, algunas simplemente esperaban. Otras sentían curiosidad, y otras con determinación fueron al tercer día a ver el sepulcro donde estaba el cuerpo de Jesús. Con asombro se dieron cuenta que todo había cambiado. El sepulcro estaba vacío. El que estaba muerto ahora estaba vivo. “¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado…” ¡Qué increíble noticia! ¡Qué gran expectación! “Acordaos de lo que os habló… Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día. Entonces ellas se acordaron de sus palabras…”. Estas mujeres celebraron la gran noticia. La esperanza se fortalecía en sus corazones. La alegría inundaba sus rostros, al recordar las palabras del Maestro y Señor de sus vidas.
Jesús derrotó la muerte en la cruz del calvario. Fue la perfecta, verdadera y total derrota de la muerte, una vez y para siempre. Él ofreció su vida como un sacrificio voluntario, siendo el pago por cada uno de nuestros pecados, porque en Él no había pecado. Él es el Cordero sin mancha y sin defecto. Él cargó nuestra maldad y entregó su vida para rescatarnos de la muerte eterna, porque la muerte no tenía poder sobre Él. Por eso resucitó al tercer día, cambiando la historia de la humanidad, y la historia de cada una de nuestras vidas. Estábamos muertos en nuestros pecados, viviendo apartados de la santidad de Dios, lejos de su presencia. Sin embargo, en el corazón de nuestro Padre se encontraba este soberano diseño redentor: Jesús es la puerta abierta para recibir el regalo de la vida eterna. Él es la manifestación de su incomprensible gracia, que nos permite experimentar su poder transformador y su amor inagotable.
Si creemos en Él podemos vivir en libertad, disfrutando todo lo que el Señor nos entrega. Tenemos la oportunidad de ser agradecidos, de sentarnos a la mesa que ha sido servida por nuestro Dios. Una mesa con manjares deleitosos, una mesa dispuesta para sus hijos, para aquellos que forman parte de su familia multiétnica. Tenemos el privilegio de conocer esta “buena noticia”, y tenemos el gran desafío de compartirla con todos aquellos que aún no la conocen.
Escrito por Rayén Gutiérrez (Clase 2023 de Maestría en Divinidad).
Escritura
Acerca de este Plan

Dios desea una relación con todos nosotros y ha hecho todo lo posible para simplificarla. Pero a menudo, somos nosotros los que complicamos lo simple sin razón. En este devocional de seis días, un equipo de estudiantes iberoamericanos del Seminario Wesley, nos invita a redescubrir la esencia de la Pascua, la fe cristiana en su forma más pura y accesible.
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Nos gustaría agradecer a Wesley Seminario por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.indwes.edu/academics/seminary