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Todos tendemos a pensar en la libertad a través nuestra propia perspectiva. Se trata de hacer lo que queremos cuando queremos, ¿no? Pues bien, las Escrituras nos recuerdan que la verdadera libertad no consiste en satisfacer nuestros propios deseos, sino en amar y servir a los demás. Cuando nos cueste recordarlo, podemos recurrir a versículos como este para que nos guíen y nos recuerden en qué consiste la verdadera libertad.

Para ayudarte a memorizar este versículo esta semana, prueba el método de dividirlo en frases. Divide el versículo en tres partes: (1) «Pues ustedes, mis hermanos, han sido llamados a vivir en libertad»; (2) «pero no usen esa libertad para satisfacer los deseos de la naturaleza pecaminosa». (3) «Al contrario, usen la libertad para servirse unos a otros por amor». Concéntrate en memorizar una frase cada día y, después, júntalas todas.