Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Éxito, Victoria Y TriunfoMuestra

Éxito, Victoria Y Triunfo

DÍA 1 DE 5

Estoy muy feliz de poder compartir un nuevo devocional, al cual le he puesto por título “Éxito, victoria y triunfo”. Sé que para muchos este es el título que quisieran oír. Me gustaría que me acompañaras a leer 1 Crónicas 12:18 (B), en la Biblia en Lenguaje Actual (TLA): «¡El éxito está contigo, David! ¡La victoria siempre te acompaña y acompañará a los que se te unan, porque Dios te hace triunfar!».

Esta palabra llega en un momento muy importante en la vida de David. Más o menos todos conocemos su historia. Era un muchacho que era rechazado en su casa, por lo menos un poco menospreciado, tanto que cuando llegó el profeta para ungir como rey a uno de los hijos de Isaí, David seguía en el monte cuidando las ovejas de su padre (1 Sam. 16:11)

El profeta Samuel estaba reunido con Isaí, y después de haber orado por todos, dijo: «¿Hay otro más?» Pregunta. ¡Es verdad, se nos olvidó decirle de David! Entonces corrieron a llamar a David, y el profeta terminó ungiéndolo como el rey que gobernaría al pueblo del Señor (1 Sam. 16:1-13)

Muchas veces nosotros nos hemos sentido así. Nos hemos sentido viles, menospreciados; pero nuestro Dios nos ama y nos escoge una y otra vez, así como lo hizo con David.

El asunto es que, cuando este tipo de cosas pasa en nuestra vida, y de pronto recibimos una palabra o leemos un versículo, pensamos que al día siguiente todo cambiará mágicamente. Pero así no fue en la historia de David y así tampoco será en nuestra vida. Sabemos que a David lo ungieron, recibió un don, pero pasó mucho tiempo antes de que se cumpliera la promesa.

Después David tuvo que enfrentar a Goliat, ¿lo recuerdan? Llegó a llevarles comida a sus hermanos. Es importante tener presente que, de acuerdo con lo que pasó con él al ser ungido, ya era el rey. Pero eso no fue así en la realidad: sus hermanos seguían menospreciándolo y burlándose de él. Pero Dios hizo un milagro, lo usó, y Goliat cayó(1 Sam. 17:1- 54).

Luego también vemos que Dios lo usó por medio de la adoración para ir ante el rey y ministrarle, trayéndole sosiego en medio de su aflicción. (1 Sam. 16:1-13)

Pero después Saúl comenzó a odiarlo y lo persiguió para matarlo. Creo que en cada una de estas situaciones nosotros podemos identificarnos. ¿Cuántas veces has sentido que te persiguen? ¿Cuántas veces has sentido menosprecio? ¿Cuántas veces crees que lo que haces no sirve de mucho, pero está trayendo libertad en la vida de alguien importante?

Así vivía este muchacho, huyendo, en cuevas, por causa de la persecución de Saul. Hasta que murió Jonatán, su amigo. Entonces David empezó a ser rey de Israel.

Pero, además, llegó un momento en que le tocó pelear para llegar hasta Jerusalén y apropiarse del lugar donde iba a construir y a vivir. Su primera batalla fue: «Soy el rey, pero no todos están de acuerdo». No fue que llegó el momento de David y ya estaba todo listo; le tocó pelear hasta por eso, hasta para establecer la ciudad de David.

Cuando por fin estuvo en su casa, feliz, pensando «¡Soy el rey, wow!», empezó a ver cómo las personas se acercaban a él. Entre los treinta más valientes, hubo uno que se llamaba Amasai. Fue hasta ese momento que empezó a cumplirse mucho de lo prometido a David.

Amasai, jefe de los treinta soldados más valientes del ejército de David, recibió algo del Espíritu, quien lo hizo exclamar delante de todos: «¡El éxito está contigo, David! ¡La victoria siempre te acompaña y acompañará a los que se te unan, porque Dios te hace triunfar!».

David debió sentirse muy feliz, y a mí me impresiona. ¿Por qué? Porque Dios, muchas veces, cuando llama, lo primero que hace es animar, es dar palabras de aliento. A Gedeón, que estaba muerto de miedo, ¿recuerdas lo primero que le dijo? ¡Guerrero valiente! (Jueces 6:12).

El Señor muchas veces nos da palabras de ánimo en medio de nuestro llamado. ¿Recuerdas lo que le dijo a Josué? “Se fuerte y valiente porque Yo voy hacer que tu heredes.” (Josué 1:9).

El Evangelio, en sí mismo, es una palabra de ánimo. Nosotros estamos viendo lo que la Palabra de Dios dice y que muchos profetas no vieron. Ellos esperaban al Mesías, pero no lo vieron. Nosotros sí formamos parte de los que sabemos que nuestro Dios se hizo hombre y murió en la cruz para que tengamos una relación con él, para darnos salvación, vida y vida abundante. Tenemos un Dios que se acerca a nosotros.

Acerca de este Plan

Éxito, Victoria Y Triunfo

El Evangelio, en sí mismo, es una palabra de ánimo. Nosotros estamos viendo lo que la Palabra de Dios dice y que muchos profetas no vieron. Ellos esperaban al Mesías, pero no lo vieron. Nosotros sí formamos parte de los que sabemos que nuestro Dios se hizo hombre y murió en la cruz para que tengamos una relación con él, para darnos salvación, vida y vida abundante. Tenemos un Dios que se acerca a nosotros.

More

Nos gustaría agradecer a TopCristianos por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.TopCristianos.com