Valentía y propósito: El Camino de NehemíasMuestra

La bondadosa mano de Dios en las dificultades

A lo largo de estos días hemos visto como la disciplina de la oración, la obediencia a nuestro padre y actuar con sabiduría (en coherencia con los primeros dos elementos ya mencionados) abre puertas de bendiciones inimaginables para nuestra vida. Pero siempre es fundamental comprender que los favores recibidos por parte de Dios no son solo para nuestro beneficio, es importante recordar que nuestros días acá en la tierra (de repente) no son muchos, así que deduciendo esto, debemos de cada día vivir de la mejor manera posible, honrando y glorificando el nombre de Dios y siendo intencionalmente de ayuda para nuestra generación.

A pesar de las dificultades que afrontemos, debemos de contraponernos con la mejor actitud, sabiendo que Dios nos ha confiado una misión importante para esta época, influyendo y animando a nuestros hermanos y amigos, así como Nehemías, levantemos nuestra voz ante el silencio de la incertidumbre ¡Reconstruyamos la muralla de Jerusalén y pongamos fin a esta desgracia!Y esto no es solo una acción de “positivismo hueco”, es recordar y reconocer el accionar de nuestro Padre celestial, que, así como los maravillosos portentos que ha hecho antes lo seguirá haciendo a favor de su pueblo. Rememorar el pacto de fidelidad de nuestro Dios nos da la seguridad de saber que no estamos solos y de afrontar cada reto con un ¡Sí, reconstruyamos la muralla! Aun en medio de un rio turbulento o ante la murmullos, burlas y desprecios de enemigos de nuestra misión y llamado; esto lo estudiaremos el día de mañana.

Oración.

Padre bueno, te doy gracias por todo lo que has permitido en mi vida, porque todo ha sido con un propósito y me has preparado para actuar conforme a tu voluntad, ayúdame a ser de bendición a mi generación y darte gloria todos los días de mi vida, en el nombre de Jesús, amén.