Una nota antes de comenzar: Para la mejor experiencia, recomendamos hacer este plan de la Biblia con un amigo. Estudiar juntos te permite compartir ideas, alentarse mutuamente y descubrir más sobre Jesús en el camino.

Cómo comenzar juntos:

1. Reunirse semanalmente – Establezcan un momento cada semana para reunirse en persona o hacer una llamada. Utilicen este tiempo para compartir y reflexionar sobre lo que han leído.
2. Elijan su estilo – Pueden leer los pasajes por su cuenta y discutirlos cuando se reúnan, o recorrer el plan juntos durante su reunión.

Qué hacer cada vez que se reúnan:

1. Leer – Tomen turnos leyendo los pasajes juntos o por su cuenta durante la semana.
2. Relatar – Resuman la historia con sus propias palabras, enfocándose en los detalles clave.
3. Reflexionar – Compartan lo que les llamó la atención. ¿Qué revelan estas historias sobre Jesús y las personas involucradas?
4. Relacionar – Discutan cómo estas historias se conectan con su vida o desafían sus percepciones. Utilicen las preguntas de reflexión para guiar su conversación.

Este ritmo simple hace que sea fácil mantenerse conectado, crecer juntos y profundizar en lo que están aprendiendo.

El pan de vida

Cuando conoces a alguien, ¿cómo te presentas? Frases como, “Soy maestro”, o “Soy de Nueva York", revelan aspectos clave de tu identidad y pasiones. De manera similar, Jesús hizo siete declaraciones “Yo soy” en el Evangelio de Juan, ofreciendo metáforas profundas para ayudarnos a entender Su identidad, misión y lo que Él ofrece.

En Juan 6:25-36, Jesús declara, “Yo soy el pan de vida". Esta conversación sigue al milagro de la alimentación de 5.000 personas, donde multiplicó unos pocos panes y peces para saciar a una multitud hambrienta. La gente, intrigada por este acto, persigue a Jesús, pero Él desafía sus motivos, revelando que lo buscan por un sustento físico temporal. Dios había provisto ‘maná’, pan que cayó del cielo, a sus antepasados en el desierto y su esperanza era un milagro continuo similar.

Sin embargo, Jesús redirige su enfoque, enseñándoles que el pan ordinario satisface temporalmente, pero Él ofrece algo mucho mayor: a Sí mismo como el “pan de vida". A través de Él, su hambre más profunda de cumplimiento espiritual, alegría, paz y vida eterna puede ser satisfecha. Él los invita a confiar no en provisiones pasajeras, sino en el verdadero sustento que se encuentra en una relación con Él.

Esta enseñanza aún es relevante hoy. En un mundo donde las personas buscan cumplimiento en el estatus, las posesiones o los logros, Jesús ofrece sustento que realmente satisface. Así como el pan físico sustenta el cuerpo, Él nutre el alma, proporcionando vida eterna y una conexión más profunda con Dios.

Preguntas de reflexión

1. ¿Alguna vez has logrado algo que pensaste que te traería satisfacción duradera, solo para descubrir que no fue suficiente? ¿Cómo fue eso?
2. Si Jesús ofreciera algo más allá de las necesidades materiales, algo más profundo, ¿qué crees que podría ser eso para ti personalmente?
3. Si las palabras de Jesús fueran verdaderas, que Él ofrece un cumplimiento más allá de cualquier cosa temporal, ¿qué diferencia haría eso en tu vida?

Tómate el tiempo para reflexionar o discutir estas preguntas con un amigo, ¡y nos vemos mañana!