¡Aceptando La Voluntad De Dios!Muestra

Mito #3: Dios solo habla con cierta categoría de personas. Algunos creen que Dios revela su voluntad solo a los pastores o líderes locales, pero no a las personas comunes y corrientes. Pero la verdad es que Dios tiene una voluntad para ti, ya seas un empresario, un misionero, un pastor o un empleado de alguna institución. Dios tiene una voluntad para cada vida. El punto aquí es que el que quiera conocer la voluntad de Dios debe:

1. Comprometerse a hacerla. Rom. 12:1-2: "Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta".
2. Reconocer que Dios tiene un plan. Jer. 29:11: "Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis".
3. En consecuencia, si nos hemos entregado a Dios, Él nos comunicará su voluntad. Sal. 32:8: "Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos".
4. Dios nos comunica su voluntad dándonos el deseo de hacer lo que Él quiere que se haga. Alguien le llamó a esto impulsos santos; pero es importante evaluar nuestras motivaciones: Fil. 2:13, Sal. 37:4: "Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad... Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón".

Por tanto, si verdaderamente estamos dispuestos a hacer la voluntad de Dios, deberíamos empezar examinando los deseos de nuestro corazón. ¿Qué nos motiva a hacer x o y cosa? ¿Cuál es el verdadero interés que tengo al hacer esto o lo otro? Si nuestros deseos son conforme a la voluntad de Dios, tendremos paz al llevarlos a cabo y recibiremos poder para conseguirlo; de lo contrario, serán planes frustrados (Job 5:12).

Muchas personas piensan que no podemos confiar en que nuestros deseos procedan de Dios, porque Satanás nos tienta con malos deseos, de modo que no es posible saber si vienen de Dios o del diablo. Sin embargo, la Biblia nos dice que Dios concederá los deseos de nuestro corazón si nos entregamos completamente a la voluntad de Dios. En otras palabras, si logramos decir: ¿Qué quieres, Señor? ¿Cómo quieres, Señor?

Finalmente, también pasa que, si el deseo viene de Dios, Él se asegurará de que se cumpla; en otras palabras, nos dará el poder y los recursos necesarios para llevarlo a cabo.

No obstante, es posible tener el deseo, como disponer de los recursos, y que no sea la voluntad de Dios. En esos casos, vale la pena asegurarnos de que la paz de Dios sea un ente rector para nuestro proceder diario. Isaías 26:3 lo asegura de la siguiente manera: "Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado".

Querido lector, recuerda: Dios nos promete paz mientras cumplamos su Palabra. Por lo tanto, si tenemos el deseo y los medios para llevarlo a cabo, pero estamos intranquilos acerca de la decisión, podremos llegar a la conclusión de que no conviene llevarlo a cabo.

Cualquier deseo que esté de acuerdo con la voluntad de Dios va acompañado de los recursos para conseguirlo y de la paz para seguir adelante.

Colosenses 1:9 :"Por eso, desde el día en que lo supimos no hemos dejado de orar por ustedes. Pedimos que Dios les haga conocer plenamente su voluntad con toda sabiduría y comprensión espiritual."