Perfume de Grato OlorMuestra

La mujer de Betania que perfumó la cabeza de Jesús

En Mateo 26:6-8 dice: Y estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, vino a él una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa.

Esta mujer derramó su perfume de gran valor sobre la cabeza de Jesús. La mujer pecadora derramó el perfume sobre sus pies en un gesto de arrepentimiento. Pero esta otra mujer derrama su perfume de gran precio sobre la cabeza de Jesús, en un gesto de honrar a quien honra merece. ¿Quién en su sano juicio derrama su perfume favorito y más caro? Pienso que nadie lo haría. Pero esa mujer sabía exactamente sobre quién estaba derramando su perfume más costoso. Al hacer ese gesto demostró que tenía el grato olor a Cristo.

En Efesios 4:15 dice: Mas bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo. Entonces todo tiene sentido, Cristo es la cabeza y si nosotros vivimos conforme a su voluntad, lo estamos honrando y a la vez creceremos hasta ser entonces como Jesucristo. Pero tenemos que derramarnos como un perfume sobre Jesús, para poder ser como él.

En Colosenses 2:9-10 dice: Toda la plenitud de la divinidad habita en forma corporal en Cristo; y en él, que es la cabeza de todo poder y autoridad, ustedes han recibido esa plenitud. Somos plenos sólo en Cristo, fuera de él no estamos completos. Estas dos hermosas historias, de esas mujeres de fe, nos traen una gran enseñanza. Somos un perfume valioso con un aroma fragante, que viene de Aquel que nos creó para oler a Cristo.