Desarrollando Conocimiento Pleno De La Voluntad De DiosMuestra

Creciendo en el conocimiento de la voluntad de Dios

Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios (Colosenses 1:9-10).

“…Que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo…” (Efesios 1:8-9).

Hay una diferencia entre la sabiduría e inteligencia espiritual – que viene de Dios – y la sabiduría e inteligencia humana – que viene del mundo.

En la época que Pablo le escribe a la iglesia de los Colosenses había muchos maestros esparciendo enseñanzas contrarias a las Escrituras. Había también muchos herejes que predicaban un nuevo conocimiento (gnosis) que se bastaba a sí mismo, como un fin (meta) en sí mismo. Sin embargo, Pablo ora e intercede por los colosenses, para que éstos reciban la plenitud (pleróo, sean llenos, completos, sin vacíos, sin baches, sin huecos, sin espacios, sin incertidumbres, – implica desarrollo y crecimiento) del más completo y claro conocimiento (epignosis, conocimiento pleno, exacto) de la voluntad (thelema, plan) de Dios.

En este pasaje queda claramente expresado que la sabiduría (sofia, comprensión de la verdad, discernimiento divino, capacidad de principalizar – hacer principios – a partir de las Escrituras) e inteligencia espiritual (sunesis, entendimiento, la aplicación de la sabiduría a los diferentes problemas y circunstancias de la vida diaria, la capacidad de tomar los principios Escriturales y comprenderlos y aplicarlos, habilidad de probar, distinguir, evaluar y formar juicios) están asociadas al conocimiento de la voluntad de Dios.

La voluntad de Dios ya está revelada en la Biblia, pero los creyentes tienen que aprenderla y apropiársela; lo cual queda expresado en la expresión “en toda sabiduría e inteligencia espiritual”. Estas palabras – sabiduría e inteligencia – se refieren a aplicar ese conocimiento de la voluntad de Dios en situaciones prácticas. La sabiduría e inteligencia espiritual son para poder cumplir la voluntad de Dios, lo cual demanda discernimiento y acción, así como información y consagración. En este contexto el conocimiento no es un fin per se, sino un medio para alcanzar un propósito. Esto queda confirmado en el propósito para el cual el creyente necesita recibir y crecer en sabiduría e inteligencia espiritual: “Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, fructificando en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios” (Colosenses 1:10).

¿Qué tanto has crecido en el conocimiento de la voluntad de Dios?