Código de HonorMuestra

Honrar a Dios por encima de todo

Si honor es darle el peso o valor adecuado a algo o a alguien, entonces ignorar o no valorar a otros es la esencia de la deshonra. Honor es reconocer el valor intrínseco de alguien o algo. La Biblia nos exhorta a expresar honor y estima en diversas instancias y hacia ciertas personas; sin embargo, el uso abrumador de más de 300 veces de la palabra hebrea para honor [kabód] en el Antiguo Testamento se refiere principalmente a la gloria de Dios.

Se espera que los humanos den gloria y honor a Dios primeramente (Jos. 7:19; Isa. 42:12; Mal. 2:2), así también como se refiere que Dios da honor y gloria a las personas (1 Sam. 2:29; Sal. 3:4; 8:5; 91:15). Él posee gloria de forma innata (Sal. 113:4). Es el Dios de la gloria, y por consiguiente, de Él emana gloria; es decir, se refiere a la manifestación del poder, la autoridad y el honor de Dios. La sumatoria de sus atributos le otorgan un peso incomparable y eso ha de dirigir a la humanidad a reconocerlo. De eso se trata la fe, de reconocer quien es Dios en todo su esplendor y lo que representa en toda nuestra vida.

El llamado central de la Biblia (Prov. 3:9) es a dar a Dios gloria y honor como la prioridad en nuestras vidas, algo que nos permite tener un estilo de vida de dar honor u honrar a otros. Dar honor a Dios es la dimensión más importante, e implica buscar agradarle en todo. Además, impacta a las demás dimensiones del honor. Es importante identificar entonces formas en las que podemos hacerlo de forma práctica, reconociéndolo y viviendo para El según Su Palabra, guiados por Su Espíritu Santo y luego extendiendo Su mensaje de salvación y amor al prójimo a través del servicio.

Para reflexionar: Un corazón transformado por el amor de Dios es un corazón agradecido y que quiere apasionadamente honrarlo a Él y a los demás.