Avance Con El Poder De La FeMuestra

SÉ FUERTE Y VALIENTE

Podemos tener mucho conocimiento sobre varias cosas, pero sólo lo desarrollamos cuando practicamos lo que sabemos. Es interesante observar cómo determinadas situaciones difíciles pueden estimular el desarrollo de nuestras habilidades y también de nuestra fe.

Hay un dicho que dice: “un mar en calma nunca hizo un buen marinero”. Esto quiere decir que un buen marinero no es aquel que sabe navegar bien solo cuando los vientos están a su favor, sino que es aquel que, a pesar del miedo, utiliza las habilidades aprendidas y añade perseverancia y coraje para enfrentar las tormentas.

La vida es susceptible a dificultades, oposiciones, persecuciones y tribulaciones. Por eso, Jesús dijo: “Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo". Jesús dejó claro que, a pesar de las aflicciones del mundo, es posible tener paz y ánimo en Él para afrontar cualquier situación. Esta revelación de Jesús no cambia lo exterior, sino que nos posiciona en la fe de quién es Jesús y quiénes somos nosotros en Él.

Por más que el mal intente llamar la atención de nuestros ojos naturales, la bondad de Dios es infinitamente mayor. Cuando David estaba siendo perseguido, él afirmó: “Ciertamente tu bondad y tu amor inagotable me seguirán todos los días de mi vida". David no permitió que su interior se llenara con el miedo de lo que sus ojos veían como peligro. Decidió declarar en fe la grandeza de Dios. A pesar de su temor, cuanto más declaraba David las cualidades del carácter inmutable de Dios, más se fortalecían su fe y su valentía.

Por supuesto que ante una amenaza física o emocional, nuestra reacción puede ser de miedo. Sin embargo, la forma en que nos posicionamos ante la situación que nos asusta es la que nos impulsará a huir o enfrentarla. Si alimentamos el miedo con pensamientos de incapacidad, imposibilidad y abandono, nuestros enemigos parecerán más grandes de lo que son y nos veremos como derrotados. Por otro lado, si alimentamos nuestra mente con la verdad que nos fortalece con poder y gracia, ya no veremos las situaciones desde una perspectiva humana limitada, sino de acuerdo con lo que Dios dice en Su Palabra.

Cree que Dios te ha llamado a ser fuerte y valiente en Él. Mientras más fortalezcas tu fe con la verdad, más seguro estarás de que no estás solo, que Dios te ayuda a desarrollar las habilidades que Él te ha dado para que te posiciones con valentía ante los desafíos y seas victorioso sobre todas las cosas.

DECLARACIÓN DE FE: Creo en la verdad de la Palabra de Dios y establezco mi fe en ella. Dios me ha dado un espíritu de valentía para superar el miedo y seguir adelante. Soy fuerte y valiente porque pongo mi esperanza en Dios.