Fortalece Tu Fe

Hombres: No más excusas

¡Cuando El Dolor No Tiene La Última Palabra!

Reencendiendo Nuestra Comunicación

Días con Dios: Redescubriendo la Biblia

Valiente en Su Amor

Amor Ágape

Comienza. El Camino a Una Vida Plena

7 Actitudes que Transforman tu Liderazgo: Una jornada de renovación para líderes de alto impacto

Explorando La Vida De Jesús

Biblia Reina Valera 1960

<div class="version vid149 iso6393spa" data-vid="149" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkACT">
 <div class="chapter ch14" data-usfm="ACT.14">
 <div class="label">14</div><div class="s">Pablo y Bernab&#233; en Iconio</div><div class="p"> 1Aconteci&#243; en Iconio que entraron juntos en la sinagoga de los jud&#237;os, y hablaron de tal manera que crey&#243; una gran multitud de jud&#237;os, y asimismo de griegos. 2Mas los jud&#237;os que no cre&#237;an excitaron y corrompieron los &#225;nimos de los gentiles contra los hermanos. 3Por tanto, se detuvieron all&#237; mucho tiempo, hablando con denuedo, confiados en el Se&#241;or, el cual daba testimonio a la palabra de su gracia, concediendo que se hiciesen por las manos de ellos se&#241;ales y prodigios. 4Y la gente de la ciudad estaba dividida: unos estaban con los jud&#237;os, y otros con los ap&#243;stoles. 5Pero cuando los jud&#237;os y los gentiles, juntamente con sus gobernantes, se lanzaron a afrentarlos y apedrearlos, 6habi&#233;ndolo sabido, huyeron a Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y a toda la regi&#243;n circunvecina, 7y all&#237; predicaban el evangelio.</div><div class="s">Pablo es apedreado en Listra</div><div class="p"> 8Y cierto hombre de Listra estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo de nacimiento, que jam&#225;s hab&#237;a andado. 9Este oy&#243; hablar a Pablo, el cual, fijando en &#233;l sus ojos, y viendo que ten&#237;a fe para ser sanado, 10dijo a gran voz: Lev&#225;ntate derecho sobre tus pies. Y &#233;l salt&#243;, y anduvo. 11Entonces la gente, visto lo que Pablo hab&#237;a hecho, alz&#243; la voz, diciendo en lengua lica&#243;nica: Dioses bajo la semejanza de hombres han descendido a nosotros. 12Y a Bernab&#233; llamaban J&#250;piter, y a Pablo, Mercurio, porque este era el que llevaba la palabra. 13Y el sacerdote de J&#250;piter, cuyo templo estaba frente a la ciudad, trajo toros y guirnaldas delante de las puertas, y juntamente con la muchedumbre quer&#237;a ofrecer sacrificios. 14Cuando lo oyeron los ap&#243;stoles Bernab&#233; y Pablo, rasgaron sus ropas, y se lanzaron entre la multitud, dando voces 15y diciendo: Varones, &#191;por qu&#233; hac&#233;is esto? Nosotros tambi&#233;n somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirt&#225;is al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay. 16En las edades pasadas &#233;l ha dejado a todas las gentes andar en sus propios caminos; 17si bien no se dej&#243; a s&#237; mismo sin testimonio, haciendo bien, d&#225;ndonos lluvias del cielo y tiempos fruct&#237;feros, llenando de sustento y de alegr&#237;a nuestros corazones. 18Y diciendo estas cosas, dif&#237;cilmente lograron impedir que la multitud les ofreciese sacrificio.</div><div class="p"> 19Entonces vinieron unos jud&#237;os de Antioqu&#237;a y de Iconio, que persuadieron a la multitud, y habiendo apedreado a Pablo, le arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto. 20Pero rode&#225;ndole los disc&#237;pulos, se levant&#243; y entr&#243; en la ciudad; y al d&#237;a siguiente sali&#243; con Bernab&#233; para Derbe. 21Y despu&#233;s de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos disc&#237;pulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioqu&#237;a, 22confirmando los &#225;nimos de los disc&#237;pulos, exhort&#225;ndoles a que permaneciesen en la fe, y dici&#233;ndoles: Es necesario que a trav&#233;s de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. 23Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Se&#241;or en quien hab&#237;an cre&#237;do.</div><div class="s">El regreso a Antioqu&#237;a de Siria</div><div class="p"> 24Pasando luego por Pisidia, vinieron a Panfilia. 25Y habiendo predicado la palabra en Perge, descendieron a Atalia. 26De all&#237; navegaron a Antioqu&#237;a, desde donde hab&#237;an sido encomendados a la gracia de Dios para la obra que hab&#237;an cumplido. 27Y habiendo llegado, y reunido a la iglesia, refirieron cu&#225;n grandes cosas hab&#237;a hecho Dios con ellos, y c&#243;mo hab&#237;a abierto la puerta de la fe a los gentiles. 28Y se quedaron all&#237; mucho tiempo con los disc&#237;pulos.</div>
 </div>
 </div>
</div>

Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

Afilando mi espadaMuestra

Escritura

Acerca de este Plan

Planes relacionados