Afilando mi espadaMuestra

Es evidente que el veneno de las serpientes que atacaban al pueblo de Israel y causaban su muerte en el desierto, es comparable al pecado que hoy envenena nuestras vidas y nos produce la muerte espiritual que nos separa de Dios.

Si reconoces hoy que el veneno del pecado ha invadido tu vida, hay una solución, hay salvación, hay oportunidad de evitar la muerte espiritual que éste causa; acude a Jesús, rinde tu vida, eleva tu mirada a Jesús que fue levantado en esa cruz para perdón de nuestros pecados.

Demos gracias a Dios por esa revelación dada a nuestras vidas. Señor eres grande y maravilloso, nos revelas tu escritura y nos das entendimiento para que no perezcamos. Exaltado sea tu nombre Jesús.