Enciende La Luz: No Cedas a La Conmiseración Muestra

PENSAMIENTO RENOVADO

Dios nos ha dado una capacidad mental muy grande, recordemos que hemos sido formados a Su imagen y semejanza. Partiendo de allí podemos entender por qué vemos ideas creativas, experimentos asombrosos, descubrimientos maravillosos, invenciones sorprendentes, creaciones de arte hermosas… y a la vez, cuando hay inclinaciones hacia el mal, vemos una proporción parecida en diferentes aspectos.

De allí el consejo de Dios de hacer perseverar nuestro pensamiento en Su palabra que nos lleve a la paz, a la obediencia, a la humildad… a las convicciones que no nos permitan ser derribados ante pensamientos vanos y dañinos. Y no porque huyamos a una realidad o caigamos en una negación, más bien porque Aquel que nos dio cuerpo, alma y espíritu hizo un plan que anulara todo aquello que el enemigo argumentó para nuestra muerte espiritual como también nuestra muerte emocional.

A lo largo de este año, entre aguas turbulentas, el Señor ha estado poniendo en mi corazón este tema, pero antes de pasarlo a expresiones verbales, fue necesario pasar por algunas situaciones más.

No nací en cuna de bronce ni de madera, ni de oro o plata mucho menos. Y mi niñez como mi adolescencia fueron muy duras… Pero, ¿acaso no es la vida una fiesta? Por supuesto que no… Sin embargo, tengo una hermosa y maravillosa familia; amigos y hermanos en Cristo que han hecho grato el viaje terrenal… Pero lo más grande e incomparable que me ha pasado ha sido conocer a mi Señor y Salvador.

En esta travesía he podido aprender y crecer (y sigo aprendiendo); entender que con todo y las cosas duras de la vida, necesito siempre decidir con responsabilidad que no me convertiré en una víctima. Debo permanecer atenta y alerta a aquellas situaciones, circunstancias, factores… que intenten llevar mis pensamientos por un rumbo diferente al que Dios me está guiando.

Es muy fácil acomodarse a una situación, a un hábito que luego te condicione y que en lugar de hacerte crecer, te haga decrecer de tal forma que pienses que no puedes salir de allí.

Oro por ti que dondequiera y en la condición que estés, en el nombre de Jesucristo seas levantado, y tomes nuevas fuerzas! ¡Que tu pensamiento sea renovado en Él!