Devocional Del Día | SeptiembreMuestra

Hombre de Dios

Gálatas 2:19-21

Lo que realmente sucedió es esto: traté de mantener las reglas y trabajar duro para agradar a Dios, y no funcionó. Entonces dejé de ser un “hombre de ley” para poder ser un hombre de Dios. La vida de Cristo me mostró cómo hacerlo y me permitió hacerlo. Me identifiqué completamente con él. De hecho, he sido crucificado con Cristo. Mi ego ya no es central. Ya no es importante que parezca justo ante ustedes o que tenga su buena opinión, y ya no estoy impulsado a impresionar a Dios. Cristo vive en mí. La vida que me ves vivir no es “mía”, sino que la vivo por la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí. No voy a volver sobre eso. ¿No te resulta claro que volver a esa antigua religión que respeta las reglas y agrada a los demás sería un abandono de todo lo personal y libre en mi relación con Dios? Me niego a hacer eso, a repudiar la gracia de Dios. Si una relación viva con Dios pudiera surgir mediante el cumplimiento de las reglas, entonces Cristo murió innecesariamente.

Me encanta este pasaje de las Escrituras en la versión el Mensaje, creo que no necesita ser agregado nada. Muchos hemos sido como Saulo, intentando hacer las cosas de una manera mundana, siguiendo las reglas y trabajando en nuestras propias fuerzas, intentando agradar a otros, intentando ser vistos por nuestros logros.

Ahora seamos como Pablo, buscando agradar solamente a Dios, con fe en la gracia que de Cristo hemos recibido. No volvamos atrás.

Medita: ¿Buscas agradar a Dios únicamente?