Transformación DevocionalMuestra

MIS CONCIUDADANOS Y YO: "En la sociedad viviré con sabiduría e integridad".

“El cristiano vive en un mundo al cual no pertenece y debe respetar leyes y autoridades que no deben ser su máxima autoridad, pues pertenece al Reino de Dios. Debemos ser sal y luz en medio de la oscuridad y vivir sujetos al Señorío de Cristo, pues Él debe ser nuestra máxima autoridad".

Los cristianos estamos en este mundo, pero no pertenecemos a él. Tenemos que respetar las leyes de este mundo, siempre y cuando no vayan en contra de las leyes divinas, y debemos vivir nuestra fe en toda la arena pública y en todas las áreas de nuestra vida. Nuestro deber es vivir con sabiduría e integridad en medio de la sociedad. Estos son algunos principios que le permiten vivir en santidad como ciudadano cristiano:

- Primero:

El cristiano debe vivir en una sociedad basada en ideas humanas, pero sujeto a las verdades de la Palabra inerrante y divina. Nuestra fe en Cristo debe demostrarse con creencias, nuestras creencias con convicciones y nuestras convicciones con palabras, actitudes y acciones.

Pablo ordena: “No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo".

- Segundo:

Todo cristiano debe transformar toda su manera de pensar para que en la sociedad represente la ética bíblica con responsabilidad.

La siguiente orden de Pablo es:“Más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar…”.

- Tercero:

El cristiano debe involucrarse en los asuntos de su país y cumplir las demandas de las autoridades cuando son legales.

Debemos involucrarnos sabiamente en todo lo que es permitido bíblicamente.

- Cuarto:

Nuestro involucramiento bíblico en los asuntos cívicos y nuestra participación en los asuntos públicos con nuestros votos y con nuestra opinión no es una opción, sino una obligación.

Jesús ordena cumplir con las obligaciones de pagar impuestos. No dijo den a Dios lo que es de Dios y no le den a César lo que es de César. El pagó impuestos y viviendo bien su vida cívica, dio a César los impuestos que correspondían.

- Quinto:

El cristiano debe evitar toda conducta que resulta de la naturaleza pecaminosa que incita a obrar con pecaminosidad, y debe elegir vivir para la gloria de Dios en medio de la sociedad.

Antes de ser salvados vivíamos para nuestra gloria, agradando a nuestra naturaleza pecaminosa. Cristo nos salvó, debemos vivir para la gloria de Dios, es decir, en obediencia a Dios en todas las áreas de nuestra vida. Pablo ordena: “Si pues coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios".

Debemos cumplir nuestros deberes cívicos asegurándonos que nuestras decisiones, votos, involucramientos con políticos y sus partidos, no apoyen la maldad en la sociedad. Toda acción y toda relación que desarrollamos debe estar basada en las convicciones bíblicas que hemos adoptado, nunca en las presiones que recibimos, ni en los deseos o sentimientos que experimentamos.

Compromiso:

Señor, me comprometo a estudiar la Biblia y buscar instrucción de liderazgo sabio, para comportarme como el ciudadano que tú demandas que sea.