5 Consejos Para Ser La Generación Del AvivamientoMuestra

PERMANECERÉ

PERMANEZCAN EN MÍ Y YO PERMANECERÉ EN USTEDES. ASÍ COMO NINGUNA RAMA PUEDE DAR FRUTO POR SÍ MISMA, SINO QUE TIENE QUE PERMANECER EN LA VID, ASÍ TAMPOCO USTEDES PUEDEN DAR FRUTO SI NO PERMANECEN EN MÍ (JUAN 15:4).

La segunda canción que compuse en mi vida fue a los 12 años y se llamó “Permaneceré”. Nació de la experiencia en donde casi pierdo a mi mamá a esa edad. Ella, en aquel entonces enfermó gravemente y fue un tiempo muy dificil. Yo apenas acababa de conocer al Señor y este pasaje me impactó. Es una promesa tan hermosa la que nos deja aquí: permanezcamos en Él y Él permanecerá en nosotros.

No hay prueba, tentación, adversidad, dolor, trauma...que podamos superar si no es permaneciendo en Él.

Cuando estudias la palabra “permanecer” en este pasaje, viene del gr. μένω que significa permanecer, quedarse, vivir, habitar. Y es que la idea de “habitar” cobra tanto sentido en este contexto. No se trata de permanecer en Él en momentos del día, o solo cuando leemos la Palabra o dándole lugar solo en ciertas áreas de nuestra vida. Habitar nos habla de una relación plena, constante y continua. Una relación sin reservas, con total acceso y disposición.

Hace unos años, leí un devocional de Charles Spurgeon que hablaba sobre la necesidad, como cristianos, de tener raíces profundas. Él hablaba sobre cómo los arbóles más robustos y frondosos son aquellos que primero han demorado muchos años en echar raíces profundas antes de florecer. ¡Qué contraste con la realidad del mundo que nos rodea y que nos está vendiendo todo lo contrario! Hoy es más importante la apariencia externa o incluso, es más acertado invertir en lo que nos dará resultados rápidos y visiblemente exitosos (aunque eso implique estar vacíos en lo interno).

En medio de una generación que nos incita a cultivar lo externo y superficial, oro sobre tu vida y sobre la mía para que podamos ser diferentes. Que podamos ser la generación que es formada y moldeada a Su Imagen allí en lo secreto. Que podamos vivir cultivando una relación con Jesús en lo oculto, buscando agradar Su Corazón allí en donde nadie más nos ve. Oro que podamos ser la generación que echa raíces profundas en Cristo, de forma que en los momentos de adversidad o tentación, seamos la generación inamovible y resiliente que el mundo está necesitando ver. Y sobre todo, oro porque podamos ser la generación que, al arraigarse en Él, seamos tremendamente fructíferos y efectivos en la fracción de la historia que nos ha correspondido vivir.