"¡Ustedes NO son más malos que Dios!".

"¡Tú NO eres más bondadoso que Dios!". Una vez escuché a un predicador decir esto y me sorprendió. ¿Por qué? Porque es verdad, pero a veces me comporto como si no lo fuera. Dios, en su infinita sabiduría, nos creó a todos con la capacidad de elegir. Todos y cada uno de nosotros tenemos libre albedrío: el derecho y la elección de decir "¡No!".

Para los que creemos que Cristo es el único camino hacia una vida plena, queremos que el mayor número posible de personas lo sepan y dediquen sus vidas a servir a Dios. A veces, los que tenemos personalidades fuertes, mentes agudas o espíritu de discernimiento, queremos que la gente se acerque a nuestra manera de hacer las cosas porque normalmente tenemos razón. En ambos casos, sólo intentamos ayudar a la gente a tomar la decisión correcta de forma rápida y eficaz para ahorrar tiempo, recursos y mucho dolor y daño innecesarios. Pensamos que es más amable empujar a la gente a nuestra manera de pensar.

Pero en el pasaje de hoy, vemos que nuestro Salvador adoptó un enfoque diferente. Jesús no quería obligar a la gente a aceptar su manera de hacer las cosas. En lugar de eso, trataba de ayudar a los que querían su ayuda. Su misión y su propósito no eran ayudar a los que se creían justos, sino ayudar a los que sabían que estaban enfermos.

Marcos 2:17 - Al oír esto, Jesús les dijo: "Los sanos no necesitan médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a los que se creen justos, sino a los que saben que son pecadores" (NLT).

Ahora bien, esto no significa abandonar a la gente al viento. Cuando Jesús envió a los discípulos, les dijo que fueran a todos los pueblos y casas. Pero si no eran recibidos en algún lugar, debían sacudir el polvo de sus pies. Debemos hablar, pero no por la fuerza. Cuando somos rechazados, ¡debemos movernos rápidamente!

Marcos 6:7-11 - El [Jesús] llamó a los 12 discípulos. Luego comenzó a enviarlos de dos en dos. Les dio autoridad para expulsar a los espíritus malignos. Esto es lo que les dijo que hicieran "Llevad sólo un bastón para el camino. No lleven pan ni bolsa. No lleven dinero en sus cinturones. Lleven sandalias. Pero no lleven ropa de más. Cuando te inviten a entrar en una casa, quédate allí hasta que salgas del pueblo. Puede que en algunos lugares no te reciban o no te hagan caso. Si no lo hacen, abandona ese lugar y sacude el polvo de tus pies. Eso será un testimonio contra la gente que vive allí" (NIRV).

¿Cuántas veces hemos intentado que alguien se adapte a nuestra manera de pensar? ¿Cuántas veces hemos tratado de empujar el Evangelio por la garganta de alguien que simplemente no está interesado? ¿Cuántas veces hemos sido rechazados o insultados sólo porque no supimos cuándo parar y alejarnos?

Tal vez en lugar de utilizar nuestros esfuerzos para hacer cambiar de opinión a la gente, deberíamos orar por las personas como Jesús nos enseñó...

Lucas 23:34 - Jesús dijo: "Padre, perdónalos. No saben lo que hacen" (NIRV).