¿ Hasta cuándo maná?Muestra

Gratitud en lugar de queja

El pueblo de Israel se había quejado contra Dios, pidiéndole carne, porque extrañaba lo viejo, el pasado, lo malo, lo vil, lo doloroso, la esclavitud. Extrañaba sus antiguas sazones y el menú, tanto así, que deseaba regresar tan solo por “volver a comer esos alimentos”. Quiere decir, que no les importaba la libertad que Dios les dio, solo porque de repente se cansaron del maná, se les había olvidado cómo Dios hizo abrir el Mar Rojo, las 10 plagas que envió para liberarlos, antes, preferían volver a la esclavitud, al yugo del látigo sobre sus espaldas, a cambio de una buena ración de carne y especias egipcias (comida que en poco tiempo terminaría en una letrina) y volverían todos los días a trabajos forzados, denigrantes, y abusivos, una y otra vez.

Egipto, representa el pasado de donde Dios nos sacó, Egipto es esclavitud, es dolor, es muerte, representa la peor época de nuestras vidas. Donde éramos esclavos del pecado y del dolor, donde esperábamos y rogábamos por un Libertador, y Dios, envió por nosotros a su Hijo y nos rescató, allí en esa cruz, derramando cada gota de su sangre. Preciosa sangre que hoy pensamos que la merecemos, que Dios tenía el “deber” de enviar a su Unigénito, que Jesús tenía el “deber” de dar su vida para liberarnos, como si Dios “debe” darnos carne en lugar de maná. Incluso amenazamos con regresarnos de dónde nos sacó, porque allí nos “iba mejor”, anhelando las especies cuyo sabor del pasado nos dejó en la boca esas ganas de volver, y preferimos la esclavitud con carnes y guisos, que la libertad con maná y agua de la peña.

Cuando Dios envía su provisión, y hace en milagro en nuestras vidas por su misericordia, la rutina de ver ese milagro a diario lo hace común. Olvidamos las grandes obras que Él ha hecho por nosotros, y elegimos lo que queremos tener, como tenerlo, el tiempo de tenerlo. Tanto así, que si Dios NO permite lo que queremos tener dándonos solo maná, lo ponemos a un lado y hacemos lo que pensamos, queremos y deseamos. Y de paso, lo hacemos en “SU NOMBRE”.

Hoy, La gratitud pasó de moda, la honra es un artículo costoso, y en cuanto a la provisión diaria de los cielos, exigimos a Dios que nos lo cambie por éxito, fama, fortuna, reconocimiento, Me gusta, y el consumo de nuestro contenido. Dios nos diseñó un alimento en su Palabra, un maná, que debemos procurar a diario, pero nos quejamos de la manera que vivimos, el cómo nos tratan, los pocos Me gusta, los pocos seguidores o las mínimas visualizaciones, la burla que nos hacen, lo solo que estamos por servir a Dios y honrarlo. Y es que, así como ninguno del pueblo salió en defensa del maná, hoy, la presión que ejercen los demás personas, líderes cristianos, y aquellos artistas llamados influencer cristianos, nos hacen desear otra comida, desechando el alimento que Dios diseñó para nutrir nuestras vidas, y pasamos horas anhelando ver el contenido de otros en lugar de meditar en la Palabra de Dios.

Si hoy Dios te da solo maná, es porque Él sabe que es lo que necesitas, lo que te va a alimentar, nutrir y hacerte crecer Debes entender que, aunque sea lo mismo cada día, Dios prueba tu perseverancia, porque vas camino a la tierra prometida. Te aseguro que no siempre tu menú espiritual será el maná. Eso solo lo hará Dios en una temporada durante tu desierto, porque en tu tierra prometida, Él te dará leche y miel.

DIOS TE BENDIGA

Jann Quintero