¿Cómo Puedo Tener Fe?Muestra

Hoy tuve miedo

No sé si te ha pasado alguna vez que comienzas a pensar en tus preocupaciones y poco a poco estas comienzan a crecer como una bola de nieve. Al principio, son una que otra preocupación. Al final es un monstruo grande y feo que lo único que hace es succionar toda tu energía y gozo. Uff, me acuerdo de inmediato de Hebreos 12:1-3 (DHH) que dice:

“Por eso, nosotros, teniendo a nuestro alrededor tantas personas que han demostrado su fe, dejemos a un lado todo lo que nos estorba y el pecado que nos enreda, y corramos con fortaleza la carrera que tenemos por delante. Fijemos nuestra mirada en Jesús, pues de él procede nuestra fe y él es quien la perfecciona. Jesús soportó la cruz, sin hacer caso de lo vergonzoso de esa muerte, porque sabía que después del sufrimiento tendría gozo y alegría; y se sentó a la derecha del trono de Dios".

Cuando fijamos los ojos y la mente en nuestras preocupaciones, lo único que estamos haciendo es alimentar a este monstruo hediondo y peludo. La idea es dejar de alimentarlo y fijar los ojos en Cristo. Cuando te preocupas, cuando dejas que tus problemas tomen control sobre tu vida, comienzas a sentir miedo: miedo por el futuro, miedo porque no vas a tener que comer, miedo porque te pueden despedir, miedo porque te pueden asaltar; y puede llegar a ser tan grande el miedo que te puedes paralizar y quedarte en esa nube gris y oscura. ¿Oh y ahora quién nos puede salvar? ¡¡CRISTO!!

Él mismo nos enseñó, en el Sermón del Monte, cómo vivir una vida plena y sin preocupaciones.

“Así que no se preocupen diciendo: “¿Qué comeremos?”, o “¿Qué beberemos?” o “¿Con qué nos vestiremos?”. Los paganos andan tras todas estas cosas, pero su Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, entonces todas estas cosas les serán añadidas. Por lo tanto, no se preocupen por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas" (Mateo 6:30-34 NVI)

Las preocupaciones son una señal de falta de fe, falta de fe que tu Padre Celestial tiene el control de tu vida y que lo Él quiere para tu vida es infinitamente mejor de lo que tú tienes planificado. No seas pagano, no seas hombre de poca fe; por el contrario, ten una fe inquebrantable y confía que Papá te va a proveer de todo lo que necesites. Cambia tus prioridades y busca las cosas del Reino de Dios primero. Enfócate en eso y todo lo demás te serán dadas por añadidura. El Apóstol Pablo nos enseña en qué debemos fijar la mente:

“Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza" (Filipenses 4:8).

Existen varias formas con las cuales podemos aumentar nuestra fe:

1. Podemos comenzar obedeciendo lo que ya sabemos respecto a seguir a Dios. Santiago 1:22 dice: "Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos". Debemos aplicar lo que sabemos que es verdad, debemos ser intencionales en poner en práctica lo que nos enseña la Palabra.

2. También debemos continuar creciendo en nuestro conocimiento de Dios para crecer en la fe. Jesús nos dio un gran ejemplo de esto cuando enfrentó la tentación de Satanás en el desierto. En las tres ocasiones, Jesús respondió a la tentación citando las Escrituras (Mateo 4:1-11). En las tres ocasiones Jesús respondió “Escrito está”. Si queremos aumentar nuestra fe y resistir mejor la tentación, es de vital importancia que crezcamos en nuestro conocimiento de las Escrituras, que tengas “a mano” algún versículo que nos ayude a no caer en tentación.

3. Una estupenda forma de aumentar nuestra fe es congregarnos. Estar rodeados de otras personas que también buscan crecer en la fe es fundamental para mantener el fuego de la fe encendido. Me encanta la analogía con el carbón. Si hay un montón de carbón encendido y uno de ellos se separa del grupo, éste se va a ir apagando lentamente hasta que, finalmente, se haya extinguido completamente. Por el contrario, si juntas el trazo de carbón con el resto, se va a impregnar del calor y del fuego del conjunto y va a permanecer encendido. Lo mismo pasa con una persona. Si quieres mantener tu fe encendida, es vital que permanezcas cerca de otros que tengan fe, así se mantiene la llama de todos y la tuya encendida; de lo contrario, se apaga.

4. La oración también es una manera de aumentar nuestra fe, ya que nos ayuda a mantener una relación activa con Dios y a no caer en tentación. En la oración también podemos pedir a Dios que aumente nuestra fe. Dios conoce nuestro corazón y desea responder de acuerdo con Su voluntad. No cabe duda de que nuestro crecimiento en la fe es Su voluntad para nuestras vidas y es una oración que Él concederá.

Como creyentes en Jesús, nuestro deseo de crecer en la fe debe ir acompañado de acciones que correspondan a este deseo. Lee Su Palabra a diario, comunícate con tu Padre todos los días a través de la oración, congrégate con personas que crecen en la fe, sé obediente a Dios, no te desanimes, sé perseverante. Cada pequeño aumento en la fe tiene un gran impacto en tu vida. ¡Vale una vida andar por los caminos rectos y verdaderos de Dios!

Preguntas para Reflexionar

• ¿Existe alguna área en la cual te falte fe o derechamente no tengas fe? Por ejemplo, sanidad, salvación, promesas, etc.
• ¿Qué te impide tener fe en Cristo?
• ¿Cómo crees que la fe puesta en el mundo vs la fe puesta en Cristo afecta tu vida?

Que tengas un excelente y muy bendecido día. Nos vemos en la siguiente lectura.
Alfonso