JESÚS EN EL TEMPLO

Ayer leímos que Jesús recorrió el camino desde un pequeño pueblo en las afueras de Jerusalén hasta la ciudad. Hoy leeremos del momento en que Jesús regresó a Jerusalén y se dirigió hacia el templo.

El templo se suponía que debía ser un lugar santo; dedicado para que las personas adoraran a Dios. Sin embargo, en lugar de eso, se había convertido en un mercado donde la gente compraba y vendía bienes; sin mencionar que estafaban a la gente robándoles su dinero. A pesar de que hoy en día el templo ya no representa el punto central de nuestra adoración, en aquel entonces era considerado un lugar altamente venerado al que la gente podía acercarse para aprender acerca de Dios.

Los vendedores se aprovechaban de quienes deseaban acercarse a Dios y ponían obstáculos en su camino. Pero Jesús vino a eliminar las barreras entre las personas y Dios.

Lee Mateo 21:12-17 y haz la siguiente oración:

Padre Celestial, puede ser tan fácil que nuestras actividades tomen un lugar más importante que nuestra devoción a ti. Cuando permitimos que esto suceda, con el tiempo olvidamos quién eres tú. A medida que nos acercamos a la Pascua, te pedimos que nos ayudes a no perderte de vista.

¡Ayúdanos a ser como niños, que no tienen distracciones ni miedo de simplemente alabarte! Amén.