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Gozo: Tu decisión

La Biblia cuenta la historia de un joven que se hartó de su casa. Reclamó su herencia antes de tiempo y se fue. Con ganas de disfrutar de los placeres de la vida, se lanzó a las fiestas. Jovencitas, nuevos amigos. Todos le celebraron mientras tuvo dinero. Pero cuando se les acabó, le abandonaron. Al final, acabó con un criador de cerdos. Allí ni siquiera le dejaban comer la comida de los cerdos. Cuando tocó fondo, se acordó de su casa. Decidió volver con su padre. ¿Pero cómo le recibirían? Todo resultó distinto de lo esperado.

"Todavía estaba lejos cuando su padre lo vio y se compadeció de él; salió corriendo a su encuentro, lo abrazó y lo besó" (Lucas 15:20).

¿Dónde te encuentras ahora en esta historia? ¿De viaje, lejos de casa? ¿Con ganas de disfrutar los placeres de este mundo? ¿Desilusionado en el chiquero? Es hora de volver. Todo lo que hace falta es tu decisión. La decisión de levantarte y volver a casa.

Juan escribe: "Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad“.

No importa lo sucio que te sientas. No importa cuánta deuda hayas contraído. Jesús pagó por ella en la cruz hace más de 2000 años. El Padre Celestial lleva mucho tiempo esperándote con los brazos abiertos. Te llama: “¡Bienvenido a casa!”.