Respuestas a La AnsiedadMuestra

## Respuesta ante la ansiedad ¿Existe una respuesta bíblica para mi lucha, una respuesta en Jesucristo para el corazón ansioso? La respuesta es sí, es simple y directo. La respuesta nos viene de las Escrituras con la autoridad de Dios. Se puede resumir con una palabra que se encuentra en 1 Pedro 5, y esa palabra es humildad. Pedro habla de arrojar todas sus ansiedades, como la expresión de su llamado a «humillarse, por lo tanto, bajo la poderosa mano de Dios». ¿Cómo me humillo bajo la poderosa mano de Dios? Entregar todas mis preocupaciones a Dios es una decisión, una acción que demuestra la obediencia al llamado de Dios a mi humildad. Esto significa que la respuesta para el corazón ansioso es la humildad. O bien, podríamos darle la vuelta y preguntar: ¿Por qué tenemos corazones ansiosos? La dolorosa respuesta es, porque tenemos orgullo. Si tuviera que preguntarte: ¿Luchas con la ansiedad? ¿Con la preocupación? ¿Con el desaliento? Podrías admitir que lo haces. Pero si te preguntara si crees que la raíz de tu problema es el orgullo, ¿hubieras pensado en eso en primera instancia? Probablemente no. Las personas que lidian con el desaliento, la depresión o la desesperación rara vez se sienten orgullosas. De hecho, sienten que piensan en sí mismos de una manera humilde. Los psicólogos probablemente dirían que luchan con baja autoestima. Entonces, el diagnóstico humano de tal problema no es orgullo, sino que la persona no piensa lo mejor de sí misma. Pero a quien encontramos en el capítulo cinco de 1 Pedro, es el gran médico del alma, y ​​Él es el único que conoce con precisión el corazón del hombre. El Dios Todopoderoso que ha inspirado la Biblia, nos dice que la respuesta para el corazón ansioso es humillarse a sí mismo, al arrojar sus preocupaciones sobre Él. Entonces, por mucho que nos sorprenda, Aquel que conoce nuestros corazones nos dice que el problema del alma ansiosa, es el orgullo. ¿Cómo puede ser? Lo consideraremos en los próximos días. Cuando el corazón ansioso clama a Dios y pide una respuesta, su dolor a menudo es intenso y su energía se agota. Es doloroso tener esperanza y estar decepcionado, pero cuando la esperanza se encuentra en la Palabra de Dios, entonces puede estar seguro, incluso si al principio parece poco probable.