Cara a Cara Con Jesús - Una Meditación Para La CuaresmaMuestra

Durante este viaje de 40 días a través de la Biblia, examinaremos varias interacciones personales entre Dios y el hombre (o la mujer, según el caso). En estas interacciones, veremos lo que buscaba Dios de estas personas comunes y corrientes y cómo respondían a su vez a Dios. Estas eran conversaciones del mundo real, habituales, pero que siempre dejaban a la gente transformada, con una revelación fresca de quién era Dios y cómo podían conocerle mejor.

Hoy leemos sobre el Dios creador de la Trinidad (Elohim) caminando con Adán y Eva en el jardín del Edén y dándoles instrucciones sencillas para su seguridad y gozo a largo plazo. Ellos dudan de Sus intenciones, desobedecen Sus instrucciones y pierden la comunión que disfrutaban con Él.

Dios creó a Adán del polvo y le dio la orden de: "Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra". Creó a Eva de la costilla de Adán y le dio el papel de ayudante de Adán. La caída que siguió cambió drásticamente esta dinámica hasta que Jesús vino a la tierra. Una prefiguración de su poder redentor se ve en Génesis 3 versículo 21, donde Dios hace túnicas de piel para vestir a Adán y Eva, lo que tuvo que haber ocurrido por el derramamiento de sangre. La sangre sin pecado de Jesús cubrió nuestros pecados por toda la eternidad y nos lavó sin mancha. La pregunta sigue siendo si vamos a elegir acercarnos a Dios a través de su hijo Jesús o si estamos contentos y cómodos conociéndolo a distancia.

Hazte las siguientes preguntas:

¿Has dudado alguna vez del carácter de Dios?

¿Tu relación con Dios está motivada por el miedo o por el amor?

¿Elegirás tu propia comodidad en lugar de una estrecha comunión con Dios?