¡Vida Devocional Para Mamás Primerizas!Muestra

Atesóralo TODO

¿Recuerdas el primer día de tu bebé en casa?, ¿recuerdas el primer pañal que cambiaste?, ¡todo es nuevo!, ¡todo es tan retador! Ni hablar de la recuperación de una cesárea o el dolor de dar a luz. Sin duda alguna la maternidad exige un gran nivel de fortaleza y entrega como ningún otro momento de nuestra vida.

Para esta temporada deseamos compartir contigo una narración que se encuentra en el Evangelio de Lucas, en el que describe la maternidad de María, la Madre de Jesús, Si lees detenidamente el segundo capítulo de Lucas podrás notar detalles asombrosos, sobre todo lo que María tuvo que pasar en su embarazo, quizá te sientas identificada: Su embarazo casi destruye su compromiso matrimonial (Mateo 1:19-20), a pocos días de dar a luz tuvo que hacer un viaje de 6 días en burro de Nazaret hasta Belén (Lucas 2:6), su parto fue en un establo y atendido únicamente por su esposo José (Lucas 2:7).

Pero en medio del caos, del dolor, el cansancio y de lo rústico del escenario en el que Jesús había nacido, ante la sorpresiva visita de los pastores que llegaron a adorar al niño, La Biblia hace énfasis en una acción maravillosa: Lucas 2:19 “Pero María atesoraba todas estas cosas, reflexionando sobre ellas en su corazón".

Atesorar significa reunir o guardar cosas de valor, ¡y vaya que la maternidad brinda momentos memorables y de gran valor!

Hoy queremos retarte a que pienses en tu maternidad con nuevos ojos, que veas a Dios en cada detalle, incluso en las dificultades que has tenido que atravesar, y atesores esos momentos: tu primera ultrasonografía, cuando sentiste la primera patadita de tu bebé en el vientre, cuando diste a luz, la primera sonrisa, verlo dormido en la cuna… ¡Atesora!

El cansancio, el dolor de la herida de la cesárea, la angustia de no saber si tendrás suficiente dinero para los pañales, la soledad… ¡Atesora! Pues incluso en el dolor Dios será glorificado.

En los momentos que sientas que no puedes más, corre a Jesús, atesora su Palabra, pues cuando lees La Biblia, Dios te dará nuevas fuerzas, aliento y su paz.

Oremos:

Señor, gracias por enseñarme a atesorar mi maternidad, no permitas que el afán nuble mi vista, déjame ver tus cuidados y tu presencia en cada detalle de mi maternidad. Quiero atesorarte a ti como mi fuerza, mi paz, mi todo, gracias Dios, por tanto, gracias por tu bondad. Amén.