Pequeños pies y manosMuestra

Crece en gracia y conocimiento

Dios realmente ha preparado un enorme plan para tu vida; quiere hacer algo a través de ti, algo grande y quiere que estés preparado para poder hacerlo. Tanto quiere eso, que también nos lo recuerda en 2 Pedro 3:18, que dice: “Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo…”. Nos recuerda que debemos crecer no solo físicamente, sino en Su gracia y conocimiento, y eso solo lo conseguimos estando en comunión con Él a través de la oración constante, el estudio de Su Palabra, congregándonos y aún más, pero principalmente en estos aspectos.

Ora en todo tiempo. A través de la Biblia, vemos muchas ocasiones donde se menciona la escena de “Jesús orando”. Jesús oraba todo el tiempo, era su manera de estar cerca del Padre, de estar en comunión con Él. Previo a comenzar Su ministerio, fue bautizado. Justo en ese momento oró y se abrieron los cielos, dice Lucas 3:21. Jesús oraba antes de cumplir con Su misión; era parte de Su preparación. Orar antes de trabajar en lo que Dios tiene preparado para ti es importante, es parte de tu entrenamiento previo.

Estudia Su Palabra. Para poder trabajar en el plan de Dios, es importante conocer Su Palabra; es necesario estudiar, capacitarte en Su estudio. Dios nos habla a través de Su Palabra y constantemente nos invita a hacerlo, sobre todo si es para ponernos en pos de Su obra. Alimentarnos antes de ir a la escuela, de ir a trabajar, antes de entrenar es muy importante; a través de la alimentación, recibimos los nutrientes que necesita el cuerpo para rendir en nuestras actividades. Espiritualmente, necesitamos alimentarnos también para rendir en las actividades que Dios ha dispuesto para nosotros; ese alimento lo encontramos en Su Palabra. Dice Mateo 4:4 que “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Esa palabra que sale de la boca de Dios es lo que está plasmado a lo largo de cada capítulo de la Biblia; ahí encontramos nuestro alimento. Jeremías, en el capítulo 15, versículos 16, dice que la Palabra de Dios es comida y nos da gozo: “Fueron halladas tus palabras y yo las comí: y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón”.

Congrégate. Servir a los demás y compartir Su evangelio nos permite prepararnos para ese plan que Dios tiene para nosotros. Dios no nos quiere alejados de la gente ni que vivamos como ermitaños. Quiere que convivamos con otros para servir, para compartir Su evangelio a otros. No puedes servir a Dios si no estás dispuesto a convivir con otros. Si te cuesta trabajo socializar, trabaja en eso, ponlo en manos de Dios y verás que cuando lo hagas encontrarás alegría y gozo en ello. Salmos 122:1 dice: “Yo me alegré con los que decían: A la casa de Jehová iremos”. Dios nos promete que nos alegraremos al congregarnos con nuestra familia en la fe. Hechos 2:46-47 dice que los primeros cristianos comían juntos con alegría y sencillez de corazón. Alababan a Dios y el Señor añadía a la iglesia los que habían de ser salvos. Dios nos invita a convivir unos con otros en Su iglesia, perseverando en la fe. Y Él permitirá que lleguen más y más personas que sean salvas y formen parte de esa familia. Es importante que asistas a tu iglesia constantemente, que participes, que sirvas, que te prepares en ella para que el Señor pueda utilizarte en ese plan que tiene para ti.

Medita en esto:

¿Estoy desarrollando las áreas que Jesús desarrolló en Su vida?

¿Qué acciones estoy dispuesto a tomar para practicar estas áreas?