Tu Clamor Tiene RespuestaMuestra

UNA VIDA DISCIPLINADA

Podemos vivir una vida cristiana sin dominio propio, ni disciplina; Pero si no nos disciplinamos, nuestras circunstancias eventualmente se convertirán en situaciones que nos dolerán, y costarán. Sin embargo, nosotros elegimos qué dolor tomar, el de la disciplina, es ese dolor de hacer un hábito nuevo que va en contra de lo queremos pero nos beneficia, como por ejemplo llevar una vida constante de oración y ayuno, terminar lo que empezamos, o el dolor de una pérdida por algo que no corregimos o hicimos a tiempo, arrepentirnos porque fue demasiado tarde para hacer un cambio. En cada área de nuestra vida, relaciones, finanzas, espiritualidad, ejercicio, alimentación, carrera, pensamientos y palabras tenemos que pedir a Dios que nos ayude a vivir con disciplina y dominio propio. No debemos dejarnos llevar por el pensamiento emocional, en el momento justo usemos la sabiduría de Dios para vivir en equilibrio. No somos gobernados por emociones, sino por Su Espíritu, que no es de timidez sino de dominio propio para vivir una vida disciplinada que glorifique a Dios.

Oración: Gracias Padre, porque nos has dado el dominio propio y, por Tu gracia, podemos disciplinarnos. Danos la sabiduría y guía para en cada paso del camino ser fiel a Tu voluntad. En Cristo Jesús, amén.