La Liberación del espírituMuestra

"Liberación del Espíritu" por Bryan Craig

Escritura:

"Por lo tanto, no nos desanimamos. Aunque exteriormente nos estamos consumiendo, sin embargo, interiormente estamos siendo renovados día a día. Porque nuestras ligeras y momentáneas tribulaciones nos están alcanzando una gloria eterna que supera con creces a todas ellas. Así que fijamos nuestros ojos no en lo que se ve, sino en lo que no se ve. Porque lo que se ve es temporal, pero lo que no se ve es eterno" (2 Corintios 4:16-18).

Pensamiento:

¿Sabías que todos somos enfermos terminales? Estos cuerpos y esta vida tienen una fecha de finalización. El Salmo 139:16 dice que hay un cierto número de días ordenados para mí. Esto infunde miedo en la mayoría de nosotros, y no nos gusta pensar en ello. Dios quiere que tengamos una perspectiva eterna. Él no quiere que tengamos miedo.

Así que, en Su gracia, misericordia y amor, Él nos permite sentir nuestra mortalidad. Él permite que los problemas entren en nuestras vidas, lo que nos desafía en lo más profundo de nuestro ser. Nos está quitando los dedos de los controles. Cuando nos soltamos y comenzamos a buscarlo en busca de consuelo y respuestas, Él nos renueva de adentro hacia afuera. Nos damos cuenta de que estamos destinados a mucho más que esta vida.

Aplicación:

¿Te asusta la eternidad? ¿Estás viviendo solo para esta vida y tratando de maximizar tu disfrute de ella? ¿Entiendes que Dios te dio un espíritu y un alma eternos que existirán mucho después de esta vida?

Pon tu fe y tus temores en las manos de Dios. Escribe una oración de rendición en tu diario. Considera una vez más cualquier área de dolor en tu vida, porque son marcadores de la obra de Dios en tu vida. Pídele a Dios que te renueve, espíritu, alma y cuerpo, para que puedas correr tu carrera con perseverancia y sentir Su placer.

Respuesta:

¿Qué harás diferente hoy como un acto de obediencia a tus nuevas revelaciones de sabiduría? Escríbelo en tu diario. Cuéntaselo a tu cónyuge o a un amigo cercano.

Intenta pasar un día sin aferrarte a tu horario, a tu smartphone, a tu televisor o al gimnasio. Trata de pasar un día en el que le pidas al Señor que guíe tu día. Fíjate si Él te da algunos desvíos de tu horario normal. Escribe sobre ello en tu diario.

¡Ve y conviértete en un Influyente para tu Rey!