Apartadas - Viviendo Una Vida Que Glorifique a DiosMuestra

De Corazones Consagrados

Ama y perdona

Lee: Colosenses 3:12–17

EOAO: Colosenses 3:12–13

Por lo tanto, como pueblo escogido de Dios, santo y amado, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.

En el Texto

No es un secreto que amar y perdonar son dos aspectos esenciales en nuestro caminar con Cristo. En un mundo como el de nuestros tiempos, es fácil llegar a sentirse abrumadas por las heridas y decepciones que enfrentamos todos los días. Pero, no estás sola. Vivimos en un mundo que está roto, con gente herida, que a su vez también han dañado a otros que han sido heridos. Todos necesitamos a Jesús y de Su gracia. Y porque Jesús nos ha perdonado, podemos perdonarlos. Sé que no es fácil, quizás el solo hecho de pensar en perdonar a esa persona que te ha hecho tanto daño, hace que tu pulso se acelere y los latidos de tu corazón tengan un sobresalto. No es posible hacerlo en tus propias fuerzas, pero sí es posible con Su fuerza. ¡Pídesela! Cuando perdonamos y aceptamos el perdón de Dios para con nosotras mismas, el perdón de Dios nos aparta, para mostrar la esperanza del perdón a un mundo que está sufriendo.

Como mujeres de Dios, somos llamadas a ser compasivas, amorosas, amables, humildes y pacientes. Pero el ingrediente principal en esta receta divina es el perdón. Perdonar no es solo una buena idea o una sugerencia; es un mandato de nuestro Padre Celestial, hecho por amor para nuestro propio bien.

Amiga, sé que perdonar a alguien que te ha lastimado puede ser increíblemente difícil. Lamentablemente, nuestra naturaleza humana nos dicta que guardemos resentimiento, enojo y amargura. Pero esa no es la voluntad de Dios. En su lugar, Su amor nos transforma, enseñándonos a perdonar y en ese perdón, encontramos libertad en Su gracia.

Cuando escogemos perdonar, nos despojamos a nosotras mismas de las cadenas de amargura y experimentamos la libertad que viene de caminar en obediencia a la Palabra de Dios. Mientras caminamos este sendero, nuestra relación con otros llega a ser más fuerte y genuina. Llegamos a ser más como Jesus, reflejando Su amor y Su gracia a un mundo que lo necesita desesperadamente.

Oración

Amado Jesús, ayúdanos a recibir el perdón y el amor de la misma manera en que Tú nos has amado y perdonado a nosotras. Enséñanos a dejar ir el dolor del pasado y a caminar en libertad en la gracia con la que nos has provisto. Amén.