Escribir para acercarte a DiosMuestra

ESCRIBIR LAS OBRAS PASADAS Y PRESENTES DEL SEÑOR EN TU VIDA CULTIVA FE PARA LAS OBRAS QUE ÉL YA HA PREPARADO EN EL FUTURO, DE MANERA QUE NO OLVIDES QUE DIOS NO CAMBIA PORQUE ÉL ES FIEL.

¿No te pasa que te enfocas en ver el punto negro en vez de la hoja blanca? ¿Eres propensa a alistarte para los eventos difíciles antes de que sucedan para que no te sorprendan? Lo cierto es que estar enfocadas en lo malo que pasa o que creemos qué pasará jamás será un motivo de alabanza a Dios o de confianza en Él. He conocido personas que con un solo error que cometen quedan marcadas de por vida. Los seres humanos somos más propensos a recordar lo malo que lo bueno. Somos más propensos a señalar lo malo que lo bueno.

En nuestra vida espiritual hacemos lo mismo. Nos alejamos de Dios porque hemos pecado o llegamos en oración a Dios con una lista de peticiones para que Él haga o para que Él no haga. ¿Qué pasa con la cuota de confianza que debemos cultivar cada día para que nuestra fe crezca? La única manera de cultivarla es recordando las obras de Dios. Sí, las obras que Él ha hecho, ya que, Dios no cambia, es el mismo de ayer, de hoy y de siempre. Su carácter no cambia, lo que ha prometido en Su palabra hacia ti, no cambia.

Es mejor escribir para no olvidar. Es mejor escribir para recordar las obras del Señor. Este salmo es una muestra de que el pueblo de Israel usualmente escribía estos salmos para recordarse uno al otro de las obras de Dios que tienen el fin de que meditemos y reflexionemos en Sus hechos maravillosos (Sal 77:12). El salmo 78 relata la infidelidad del pueblo de Israel con el propósito de glorificar la misericordia y gracia de Dios de salvarlos a pesar de cómo fueron, y el salmo 77 exalta las maravillas que Dios hizo en el pasado que provee consuelo al presente. El salmo 79 describe el lamento por la destrucción de Jerusalén, y el salmo 80 es una oración de súplica por la restauración del pueblo. Así, sucesivamente, encuentras salmos que relatan las obras de Dios para que recuerdes quién es Él, lo que tú has hecho y cómo Dios siempre responde con gracia y misericordia.

No te pierdas de realizar esta disciplina espiritual con el propósito de recordar Sus obras, las tuyas y las que Él seguramente hará porque Él es fiel. Escribir para recordar se convierte en una disciplina espiritual cuando cultivas exaltar las obras de Dios para que tu fe se afirme en quién es Él. Escribes para encontrar a Dios. Te aseguro que te vas a maravillar de tus propios relatos en tu caminar con Él y de cómo Su Palabra es viva y eficaz.

• Aprende: ¿Por qué es una disciplina espiritual escribir para recordar?
• Vive: Lee Salmos 111. Encuentra los atributos de Dios que se resaltan por el salmista en nombre del pueblo. ¿Cómo te anima este salmo a escribir uno propio sobre las obras que Dios ha hecho en tu vida? Quizás puedes recordar cómo te salvó, qué pensaste, cómo te ha cambiado, qué necesitas cambiar, cómo has fallado y Él te ha rescatado, de qué te ha guardado. Medita en Sus obras para recordar Su gracia y haz de esta práctica una disciplina espiritual.
• Lidera: Ayuda a una mujer que esté pasando por un momento difícil a escribir lo que Dios ha hecho en su vida, lo que está haciendo, y lo que hará. Comparte con alguien más este devocional a manera de iniciar un discipulado.

Oración

Amado Padre, gracias te damos por salvarnos, cuidarnos, por lo que nos has dado y por lo que nos has quitado, gracias por lo que todavía no tenemos ni sabemos si tendremos. Gracias porque eres fiel y podemos confiar en que tus planes son mejores que los nuestros. Gracias porque en tus “no” sabemos que nos cuidas y en tus “sí” que nos usas. Ayúdanos a recordar cada día en que eres fiel, que no cambias y que tu Palabra es confiable. Ayúdanos a crecer en nuestra fe a través de escribir tus obras para no olvidarlas jamás. En Cristo, amén.

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