Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Información del Plan

Conoce el amor así: 21 días para descubrir el corazón de Dios para tiMuestra

Conoce el amor así: 21 días para descubrir el corazón de Dios para ti

DÍA 17 DE 21

Para que el mundo sepa

S. George Thomas

«No te pido solo por estos discípulos, sino también por todos los que creerán en mí por el mensaje de ellos. Te pido que todos sean uno, así como tú y yo somos uno, es decir, como tú estás en mí, Padre, y yo estoy en ti. Y que ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. Les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno. Yo estoy en ellos, y tú estás en mí. Que gocen de una unidad tan perfecta que el mundo sepa que tú me enviaste y que los amas tanto como me amas a mí.» –Juan 17:20–23 (NTV)

Había una vez una familia numerosa con muchas hermanas y hermanos. Estos hermanos se querían mucho. Claro, no siempre estaban de acuerdo en todo; cada uno tenía su propia perspectiva. Pero una cosa en la que coincidían era en el amor y el respeto compartidos por su padre y el amor mutuo del uno por el otro. Dondequiera que fueran, no podían evitar contarle a quienes conocían lo maravilloso y amoroso que era su padre ¡y lo increíble que era ser parte de su familia! Buscaban activamente a cualquiera que no perteneciera a una familia (porque todos ellos habían sido huérfanos alguna vez) y los invitaban a aceptar el ofrecimiento de su padre de unirse a su maravillosa familia. En todas partes, esta familia era famosa por su amor y unidad entre sí. Ese era el sello que los definía.

Ahora, en una ciudad cercana, había otra familia numerosa con muchas hermanas y hermanos también. Estos hermanos (que también habían sido huérfanos), de la misma manera les contaban a otros acerca de su padre, quien deseaba que todos los huérfanos estuvieran dispuestos a unirse a su familia. La diferencia entre las dos familias era que, aunque estos hermanos decían que se amaban, sus acciones en realidad no coincidían con sus palabras. Algunos hermanos declaraban apasionadamente su amor y preocupación por los huérfanos, y al mismo tiempo eran críticos y combativos con los que ya formaban parte de la familia. Otros ni siquiera se molestaban en compartir las buenas noticias sobre su padre con otros huérfanos, en cambio, optaban por asociarse únicamente con hermanos que habían elegido porque compartían sus opiniones y sus creencias específicas. Decían que amaban a todos sus hermanos, pero después criticaban y discutían con ellos acerca de quién sabía realmente cómo era que su padre quería que vivieran y se comportaran. A todo lo largo y ancho, esta familia era famosa por sus conflictos y peleas internas. Ese era el sello que los definía.

Ahora déjame preguntarte esto . . . ¿A cuál de estas dos familias a ti te gustaría formar parte de?

La realidad es que cada uno de nosotros alguna vez fuimos espiritualmente huérfanos. Pero cuando tú y yo tomamos la decisión de recibir el regalo de la salvación y entregar nuestras vidas por completo al señorío de Jesús, Él inmediatamente nos injertó en una familia gloriosa, hermosa, que está en continuo crecimiento: la familia de Dios. Y como ahora eres parte de esta familia, eso significa que la oración del corazón de Jesús por la unidad en Juan 17 te incluye a ti: «No te pido solo por estos discípulos, sino también por todos los que creerán en mí por el mensaje de ellos» (Juan 17:20, NTV). ¡Ese eres ! ¡Ese soy yo!

Tengo dos hermanas mayores increíbles. Como compartimos la misma madre y el mismo padre, eso nos convierte en hermanos: pertenecemos a la misma familia. Por mucho que haya habido ocasiones en las que no les gustó ese hecho, especialmente cuando yo estaba siendo el molesto hermano pequeño, no había nada que pudieran hacer para cambiar eso. No tenían otra opción en el asunto.

Nosotros tampoco.

Dios no nos pide nuestra opinión sobre a quién acepta Él en su familia. No tenemos nada que decir al respecto, a pesar de que probablemente nos gustaría opinar. Entonces la pregunta es: ¿te resistirás o lo aceptarás?

Mucho antes de que Abraham Lincoln dijera: «Una casa dividida contra sí misma no puede permanecer en pie», Jesús dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no se mantendrá en pie » (Mateo 12:25). Me gusta cómo lo expresa la Nueva Traducción Viviente: «Una ciudad o una familia dividida por peleas se desintegrará» (Mateo 12:25 NTV). Cuando discutimos o criticamos a nuestros hermanos y hermanas, eso entristece el corazón de Dios. Él no quiere que sus hijos estén en desacuerdo entre sí; Él quiere que sus hijos se lleven bien y se amen unos a otros. ¡Porque cuando lo hacemos, nada puede dividirnos! El pastor Robert Morris dice esto: «¿Te das cuenta de que nuestra unidad es una de las cosas que más teme Satanás? Teme que la Iglesia diga: “Está bien si tienes creencias diferentes a las mías. Aun así vamos a elegir caminar en unidad”».

En medio de diferencias de personalidad, teológicas, culturales o políticas, el amor de unos por otros y nuestro compromiso de permanecer unidos es absolutamente crucial. ¡Es por eso por lo que, en Sus últimas horas antes de ir a la cruz, Jesús estaba pensando y orando por nosotros para que permaneciéramos unidos! Él sabía que demostrar tu amor y unidad con otros creyentes es más convincente que incluso tu amor y preocupación por los perdidos. Nuestra unidad, nuestra unicidad, es nuestro mayor recurso para convencer a un mundo incrédulo de creer y confiar en Jesús.

Ahora bien, Dios no busca que seamos uniformes: que nos parezcamos, que actuemos igual, que caminemos igual o que hablemos igual. Tampoco espera que seamos unánimes y estemos de acuerdo en todo. Pero el corazón de su Padre desea que todos sus hijos estén unidos: un cuerpo, un corazón, un espíritu, un propósito. ¡Tan uno como Jesús es con su Padre! ¡Esa es una unidad verdadera!

Una vez más, me encanta cómo lo explica el pastor Robert Morris: «Lo primero que tenía la Iglesia del Nuevo Testamento y que necesitamos hoy es unidad. Se amaban unos a otros. Oraban unos por otros. Compartían unos con otros. Se animaban unos a otros. Se ayudaban unos a otros. Ministraban unos a otros. Eso es lo que necesitamos más que nada. ¡La razón por la que el poder de Dios era tan manifiesto en la Iglesia primitiva es porque eran uno!».

Dios cuenta con nosotros para mostrar tal amor incondicional unos por otros dentro del cuerpo de Cristo de tal manera que el mundo no puede evitar darse cuenta de ello, para que «el mundo sepa que Tú me enviaste, y que los amaste tal como me has amado a Mí». (Juan 17:23). Esa es la evidencia irrefutable que demuestra más allá de toda duda que Dios ama tanto al mundo. Y ese es el atractivo de nuestro testimonio que atraerá a otros a la familia de Dios.

¿Serás tú la respuesta a la oración de Jesús?

Oración

Padre, confieso que a veces permito que mis diferencias con mi hermano o hermana espiritual influyan en mi unidad con ellos. Y hay momentos en que he sido crítico y no he tenido amor para ellos. Por favor, ayúdame a recordar que esa persona también es tu hijo y que mi amor por ella es un testimonio atractivo para el mundo. Muéstrame cómo amar como Tú me has amado. Que pueda ser un ejemplo de lo que significa caminar en unidad con todos mis hermanos y hermanas espirituales. Deseo ser una respuesta a la oración que hiciste en Juan 17. En el nombre de Jesús, amén.

Para reflexión adicional

Pregúntale al Espíritu Santo: «¿Hay algún compañero creyente a quien yo he criticado o a quien no he amado?». Si Él te muestra a alguien, pide perdón y luego pídele que te muestre cómo reconciliarte con esa persona y caminar en unidad y amor con ella.

Espíritu Santo, ¿qué me dices hoy?

Día 16Día 18

Acerca de este Plan

Conoce el amor así: 21 días para descubrir el corazón de Dios para ti

El amor de Dios por ti es incondicional, ineludible e imparable. Juan entendió este amor, y cambió su vida. A medida que leas cada día de este devocional de 21 días junto con el Evangelio de Juan, descubrirás que no hay ...

More

Nos gustaría agradecer a Gateway Church por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://gatewaypublishing.com/

YouVersion utiliza cookies para personalizar su experiencia. Al usar nuestro sitio web, acepta nuestro uso de cookies como se describe en nuestra Política de privacidad