DoxologíaMuestra

La fuente de toda alabanza

Amados hermanos y hermanas en Cristo:

En nuestro segundo día de reflexión sobre la doxología, profundizaremos en el entendimiento de que toda alabanza fluye desde la fuente misma de nuestro Dios. La Escritura nos revela esta verdad en Romanos 11:36, donde se nos recuerda que todo proviene de Dios, encuentra su propósito en Él y finalmente, es para su gloria eterna.

Nuestra doxología no está limitada a momentos específicos de adoración, sino que se extiende a todos los aspectos de nuestras vidas. Desde los momentos de júbilo hasta los días de desafío, reconocemos que cada experiencia está enraizada en Dios. Él es el autor de nuestra historia, el dador de cada bendición y el consolador en medio de nuestras luchas.

Al entender que todas las cosas son de Él, entendemos también que cada área de nuestra vida tiene un propósito divino. Cada talento, cada relación, cada desafío es moldeado por las manos amorosas de nuestro Padre Celestial. La doxología fluye naturalmente cuando nos damos cuenta de que estamos en manos de un Dios que nos ama profundamente y tiene un plan perfecto para nosotros.

Así que amados, en este día, los invito a considerar traer esta verdad a sus vidas. Alabemos a Dios por lo que hace, y por lo que Él es: el Creador, el Sustentador y el Salvador. A medida que meditemos en esta profunda realidad, permitamos que nuestras alabanzas sean un eco de gratitud hacia el Dios que nos da todo.

Oremos para que podamos comprender más plenamente la profundidad de esta verdad y que nuestras vidas se conviertan en testimonios vivos de la gloria de Dios.

En el amor de Cristo.