AGARMuestra

DIOS TE LLAMARÁ

'Entonces Dios oyó el clamor del niño, y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo… (Genesis 21:17).

Imagina la escena, Agar en el desierto con su niño con las provisiones que ya se estaba acabando, quizás en el camino se recordó del Dios de Abraham, quizás en lo profundo de ella pudo haber suspirado ayuda al Dios de Israel, al Dios que tanto escucho pero que no conocía.

Aunque tú y yo no le conozcamos eso no significa que Él no nos conoce, cuando Dios escuchó al niño no lo desconoció, no le sorprendió, Él sabía quién era y qué voz le llamaba.

Aunque nos encontremos lejos Él siempre identificará nuestra voz y acudirá a nuestro clamor, a nuestro llanto, a esa oración, a esa expresión de ayuda que emitimos cuando atravesamos por momentos duros.

Dónde sea que nos encontremos cuando Él escuche nuestro clamor, nuestro llanto, nuestra angustia ten la seguridad que desde el cielo Él nos llamará por nuestro nombre.

Algo claro es que Dios no es ajeno a nosotros, sabe nuestro nombre, conoce nuestras debilidades, es más te podría decir que nos conoce mejor que nosotras mismas, sabes porque te lo digo, bueno porque dice la Palabra de Dios que Él nos diseñó.

Tú hiciste todas las delicadas partes internas de mi cuerpo y las uniste en el vientre de mi madre. ¡Gracias por haberme hecho tan admirable! Es admirable pensar en ello. Maravillosa es la obra de tus manos, y eso lo sé muy bien. Tú me observaste cuando en lo más recóndito era yo formado. Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos (Salmo 139:13-16 ).

Aquí en este salmo describe como fuimos creados por Dios y que nuestros días, aunque no existían Él ya los había diseñado, entonces el clamor de Ismael no le tomó de sorpresa, ya estaba diseñado que ese día Ismael iba estar en el desierto llorando.

Lo que tú y yo pasamos no lo toma por sorpresa a Dios y en el momento que tú levantes tu voz clamando por su intervención Él te oirá.

Si estas lejos de casa, si nunca le has conocido al Padre, déjame decirte que dónde sea que estés, aun en el lugar como el hijo prodigo se encontró revolcándose con los cerdos cuando volvió en sí y pidió la intervención del Padre y Él le escuchó, así mismo Dios no se ha olvidado de ti y Él te va a escuchar cuando clames por su ayuda.

Porque yo soy el Señor tu Dios, tu Salvador, el Santo de Israel. Entregué Egipto, Etiopía y Seba a cambio de tu libertad, como rescate por ti. Otros murieron para que tú vivieras. Yo cambié la vida de ellos por la tuya porque me eres precioso y honorable, y yo te amo (Isaías 43:3-4 ).

Él te llamará, su amor te llamará para que vuelvas a donde perteneces, y tu lugar sea su regazo.