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Resilientes en la perseverancia

La vida del Apóstol Pablo está marcada por la resiliencia y la perseverancia. Antes de su conversión al cristianismo, Pablo, conocido entonces como Saulo, perseguía ferozmente a los seguidores de Jesús. Sin embargo, su encuentro sobrenatural con Cristo en el camino a Damasco transformó su vida por completo.

A partir de ese momento, Pablo se convirtió en uno de los apóstoles más fervientes y dedicados, llevando el mensaje del Evangelio a lugares lejanos y enfrentando innumerables desafíos en su camino. Fue arrestado, encarcelado, azotado, lapidado y enfrentó naufragios y peligros en su labor de difundir la Palabra de Dios.
Uno de los momentos más impactantes en los que Pablo mostró gran resiliencia ocurrió cuando fue apedreado y dejado por muerto fuera de la ciudad de Listra. Los discípulos se reunieron alrededor de él, pero sorprendentemente, se levantó y regresó a la ciudad. Este acto de resiliencia asombra y desafía nuestra comprensión de la resistencia humana.
La historia de Pablo nos enseña que la resiliencia no es simplemente aguantar la adversidad, sino levantarse incluso cuando el mundo nos considera caídos. Su perseverancia inspira a generaciones de creyentes a no desistir en medio de las pruebas y a confiar en la gracia y el poder de Dios para superar cualquier desafío.
En nuestras propias vidas, enfrentamos pruebas de diversas formas: enfermedades, pérdidas, desafíos financieros y emocionales. La historia de Pablo nos insta a perseverar, a mantenernos firmes en nuestra fe y a confiar en que Dios nos dará la fuerza para superar cualquier obstáculo.
Así como el Apóstol Pablo demostró resiliencia en medio de la persecución y los peligros, también podemos encontrar fuerza en Dios para enfrentar nuestras luchas diarias. Que su ejemplo nos inspire a ser resistentes en nuestra fe, a seguir adelante a pesar de las dificultades y a confiar en que Dios nos sostendrá en todo momento. La resiliencia de Pablo nos recuerda que, a través de la fe y la perseverancia, podemos superar cualquier cosa que se interponga en nuestro camino

Oración

Padre, ayúdame a encontrar la fuerza y resiliencia necesarias para superar las dificultades y desafíos. Deposito mi confianza en ti para depender de tu poder para perseverar a pesar de las adversidades. Te pido el ánimo necesario para mantenerme firme en mi fe en tí, en el nombre de Jesús. Amén.