ÍntimoMuestra

Entrega tu tesoro

Ahí, postrado(a) de corazón delante de Él, puedes entregarle tu tesoro más preciado: Tu vida, tal como lo hizo la mujer que derramó el frasco de alabastro con perfume a los pies de Jesús. (Lucas 7: 36-50). Se estima que el valor de este perfume era el salario de un año de trabajo de un obrero.

Una de las cosas de este tiempo íntimo es poder dar lo más valioso de nosotros para ese día. Por ejemplo nuestro sueño, las cosas que nos gustaría hacer, o algo tan simple, como dedicarle ese primer momento después de abrir los ojos, antes de entrar en nuestro teléfono, a revisar los emails o la cuenta de Instagram.

Es poder dar un tiempo de calidad a Dios, y poder tener una conversación íntima. Es decir cosas que no son superficiales. Es como salir con la persona con la que más te diviertes y le dedicas toda tu atención. Haciendo que esa persona se sienta importante y valiosa. Pero entendiendo que también puede darte un gran consejo o animarte o muchas veces confrontarte.