ACCIONES DE FE

La fe nos lleva a buscar, pedir y llamar. Cuando una persona puede creer, se mueve en fe para tomar aquello que ya ha creído. La mujer que estuvo dieciocho años enferma, se dijo a sí misma que si tocara tan solo el manto de Jesús sería sana. Se movió y tocó el manto; y recibió su milagro. Zaqueo recibió la salvación cuando llevó a Jesús a su casa. Pedro creyó que podía ir a Jesús caminando sobre el agua, salió del bote y anduvo sobrenaturalmente. Y así, cuántos milagros conocemos de gente que creyó y se movilizó.

Por el contrario, tener un espíritu de autocompasión y lástima, nos hace esperar que alguna persona se fije en nosotros y venga en nuestra ayuda; o que nos frustremos al no lograrlo. Mas la fe nos hace mover para buscar el recurso, y ésto llama la atención de Dios. ¡El que busca, llama y pide, recibe!

La necesidad provoca vacíos y un espíritu de miseria espiritual, pero la fe todo lo recibe porque se mueve. No espera sino que busca. Crea oportunidades, sobrepasa impedimentos, no se queda lamentándose en la pena, sino que se moviliza y recibe.“Si está alguno enfermo, llame a quien le ministre”, “si esta alguno triste, haga oración”, quien quiere ver “cosas grandes y ocultas” clame al Señor…

Muévetee y ponle acción a tu fe en este día, y sal al campo de lo sobrenatural para recibir la bendición que Dios tiene para tu vida. Deja de esperar y lamentar, llama, golpea y pide.

Para la reflexión

¿Soy una persona que solamente cree, o me movilizo en esa fe para provocar resultados?

¿Activo oportunidades a través de acciones o me quedo inmóvil esperando ayuda de manera autocompasiva y lastimosa?

Afirmación: “Decido que por medio de la fe, me moveré en busca de mi milagro, pidiendo, golpeando o llamando a través de acciones concretas”.