Eres mi todoMuestra

Dios, tú eres fiel

El pastor A.W. Tozer escribió que «los atributos de Dios no son rasgos aislados de su carácter, sino facetas de su ser unitario. No son cosas en sí mismas; son, más bien, pensamientos con los que meditamos en Dios, aspectos de un todo perfecto, nombres dados a lo que sabemos que es verdad de la Divinidad».

La naturaleza y el carácter de Dios nunca han cambiado ni cambiarán en modo alguno (Hebreos 13:8, Malaquías 3:6). Cada atributo que existe en Dios Él lo encarna plena, armoniosa, completa y perfectamente.

La canción «Dios, tú eres fiel» es una nota sobre el atributo de la fidelidad de Dios. Es propio de la naturaleza de Dios permanecer eternamente fiel a su carácter. Como es fiel, podemos confiar plenamente en Él. Porque es bueno, quiere el bien para nosotros. Porque Él es amor, somos amados total y completamente. Porque es justo, actúa con perfecta justicia. Como es misericordioso, nos concede la gracia. Podemos descansar en la fidelidad de Dios, sabiendo que sus planes y promesas para nosotros son para nuestro bien. Sus promesas son «¡Sí!» y «¡Amén!». (2 Corintios 1:18-22).

Como menciona la canción, experimentaremos incertidumbre. A este lado del cielo, nos enfrentaremos a la duda, al miedo, a los valles y a todo tipo de pruebas y tribulaciones. A menudo nos centramos en nuestras carencias y dolores, pero Pedro nos advierte que no nos sorprendamos cuando pasemos por pruebas (1 Pedro 4:12). Santiago nos insta a considerar nuestros sufrimientos como alegrías (Santiago 1:2-4).

Hay belleza al confiar en Dios en medio de las tribulaciones de la vida. Esta es una oportunidad que no tendremos al otro lado del cielo. Cuando entremos en la eternidad, nunca volveremos a dudar de la fidelidad del Señor. Él enjugará toda lágrima. No habrá más tristeza, dolor ni sufrimiento (Apocalipsis 21:1-7). Estas son cosas exclusivas de la vida que vivimos actualmente. ¡Qué alegría es aferrarse a su amor inmutable, a pesar de los esfuerzos del mundo caído por mantener una división entre nuestro Consolador y nosotros!

Mientras escuchas esta canción, medita sobre la bondad de Dios hacia ti y da gracias por los momentos del pasado en los que experimentaste su perfecta fidelidad. Deja que esos recuerdos se conviertan en monumentos de la naturaleza inmutable de Dios. Vuelve a esos monumentos en tiempos de caos y misterio, y descansa con la confianza de que se cumplirán las buenas promesas de nuestro Señor.