UNA SOLA COSAMuestra

Mientras continuamos en la búsqueda de ESA SOLA COSA, veamos los puntos que nos ayudan a mantener el enfoque.

El próximo componente que encontramos en el Salmo 27:4 es la palabra HABITAR.

Que habitemos en la casa del Señor todos los días de nuestras vidas.

Permanecer en su presencia es una herramienta valiosa, pero ¿dedicamos con frecuencia nuestro tiempo para permanecer en Él?

La palabra habitar tiene algunos significados particulares; el primero es literalmente sentarse. Eso significa dejar de hacer lo que estás haciendo, toda actividad, y sentarte para tranquilizarte.

No solo tiene el significado de pausar y detenerse, sino también de permanecer. Me gusta la historia de Josué en Éxodo 33:11, cuando el Señor hablaba con Moisés en el tabernáculo, e incluso cuando Moisés salió para regresar al campamento, Josué no se fue del tabernáculo. Él permaneció ahí.

Habitar también significa esperar, descansar, establecerse, hacer tu hogar en ese lugar. El Salmo 27:4 dice "habitar en la casa del Señor..."

El deseo del rey David era hacer de la casa del Señor su hogar.

¿Cuál es nuestro deseo? ¿Es habitar con Cristo?

Como creyentes, todavía debemos tomar decisiones en cuanto a la prioridad en nuestras vidas. Pero la verdad se mantiene: mientras más hagamos que nuestra prioridad sea Dios, su casa y su Palabra, menos oportunidad habrá para que el mal y el pecado tomen lugar.

Charles Spurgeon dice, "En una relación cristiana plena con el Señor Jesucristo, no hay lugar para amar al mal. Habita junto a Él, y te será imposible estar en paz con el pecado".

‌ Empieza hoy dedicándole tu tiempo a Él como prioridad para que puedas habitar en su presencia.