Información del Plan
Siete oraciones sencillas diariasMuestra
"Sálvame, y guárdame"
“Guarda mi alma, pues soy piadoso; tú eres mi Dios; salva a tu siervo que en ti confía. Ten piedad de mí, oh Señor, porque a ti clamo todo el día” (Salmos 86:2-3, LBLA).
Al encarar todos sus enemigos, David buscó a nuestro Dios para darle protección y salvación. A menudo estuvo rodeado por todas partes, amenazado en toda forma imaginable. Pero encontró esperanza y confianza en su soberano e inmutable Padre del cielo.
Tenemos un enemigo bastante mayor y temible que todos los enemigos de David juntos (1 Pedro 5:8). Él ha plantado a sus mercenarios en cada esquina. Y estamos indefensos ante sus artimañas sin un guerrero que luche por nosotros.
Fuimos salvos, y estamos siendo salvados cada día (1 Corintios 15:2). Estamos siendo guardados (1 Pedro 1:5). Pero no sin la oración. Cada día es otra nueva súplica con confianza pidiendo protección y salvaguarda:
“Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída y para presentaros sin mancha en presencia de su gloria con gran alegría, al único Dios nuestro Salvador, por medio de Jesucristo nuestro Señor, sea gloria, majestad, dominio y autoridad, antes de todo tiempo, y ahora y por todos los siglos. Amén” (Judas 1:24–25, LBLA).
Acerca de este Plan
La falta de oración es el enemigo de la verdadera felicidad. Despertamos cada día, decimos las mismas oraciones y nos preguntamos por qué no se siente más real, que cambie nuestra vida. Podemos sabernos de memoria el Pad...
More
Nos gustaría agradecer a Marshall Segal, gerente editorial de desiringGod.org en colaboración con El Centro Network por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en: www.desiringGod.org y www.elcentronetwork.com