Tres cosas que aprender de David y Salomón: Parte 1Muestra

Un nuevo capítulo

¿Alguna vez has tenido un nuevo comienzo? ¿Recuerdas esa sensación de libertad? Tal vez fue un nuevo trabajo, una nueva ciudad o escuela. Hay momentos aterradores, pero en general, sentimos la determinación de aprovechar esta nueva oportunidad. Después de que alguien se arrepiente de sus pecados, como lo hizo David después de la muerte de su primer hijo con Betsabé, inicia un nuevo capítulo en su vida. Si uno no conocía a Cristo, este nuevo capítulo se llama salvación, una nueva relación con Dios. Si ya conoces a Cristo, el nuevo capítulo es caminar con Dios de una manera reconfortante.

A veces no eras tú quien pecaba, sino que pecaban en tu contra. Nuestra tendencia natural es querer retener el perdón porque queremos que la otra persona pague un poco. Pero la Biblia nos exhorta a entregarlos al Señor, porque la venganza es suya. Él no necesita que tú o yo seamos el Espíritu Santo o que hagamos su trabajo. Él puede encargarse de aquellos que han pecado contra ti. Por eso, en el Padre Nuestro, Jesús ora para que seamos perdonados de nuestras deudas como nosotros perdonemos a los que nos hayan lastimado, hayan pecado contra nosotros o nos hayan herido. Perdonar y ser restaurado en algunos casos puede tomar años, camina por ese trayecto de entregárselos al Señor y confía tu sanidad en sus manos.

Porque cuando estamos aferrados a nuestro pecado y no nos arrepentimos, o cuando estamos sujetos a los pecados que alguien cometió en nuestra contra, vivimos en esclavitud. No debes dejar que tu pecado o el pecado de otra persona hunda tu fe. Las personas de tu vida te decepcionarán y te lastimarán. Los cristianos también te lastimarán y te decepcionarán. Aunque esto suceda, no puedes abandonar tu fe porque alguien más carece de ella. No decidas que vas a caminar en pecado porque alguien más caminó en pecado. Más bien, camina con Dios, en libertad. No caminamos en esclavitud, sino en su amor. Nuestra fe, libertad y perdón no provienen de nuestra fuerza, sino de la de Dios.

Para obtener más información sobre este devocional, sigue este enlace: https://houstonsfirst.org/message/three-things-to-learn-from-two-men-david-solomon-part-1