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No descuides lo eterno.

Tengo que reconocer que las tareas del hogar son efímeras.

Doblarás la ropa lavada mientras ya te espera otra tanda. Confeccionarás cortinas para que pasen de moda en unos años. Vaciarás el lavaplatos para llenarlo otra vez. Cambiarás un pañal para… bueno, tú sabes.

Puede parecer que las actividades que hacemos son interminables y sin sentido. Todo se desvanecerá y se marchitará y no podremos llevarlo con nosotros.

¿Qué tal te caerían unas pequeñas semillas de aliento? Estamos entrando en el territorio de Eclesiastés. Bienvenidos.

Pero es cierto. Tiene que haber un punto más importante. Las cosas son solo cosas. La rutina es solo la rutina. Suena como un cliché, pero sin amor, sin Cristo, no tienen significado a la luz de la eternidad.

Entonces, ¿cómo puedes pintar una habitación con amor? ¿Qué tienen que ver las tareas del hogar con tu caminar con Dios?

Pienso que todo se reduce al corazón. ¿Estamos pintando la habitación porque queremos mostrarla en Instagram? ¿O estamos pintando la habitación como un servicio al miembro de la familia que dormirá en ella? ¿Nos resentimos con nuestra familia cuando se sienten como en su casa causándonos mayor trabajo de limpieza, o los servimos con humildad?

Es la actitud del corazón detrás de lo que estamos haciendo lo que hace que valga la pena. Si hacemos las cosas por amor a Dios y a los demás, haremos las cosas correctas. Por esto, el crecimiento espiritual que viene de él, el fruto que puede ser visto por otros, es lo que es eterno.

Pone las cosas en perspectiva, ¿no es cierto? Le da profundidad e importancia a todo, incluso a las cosas que parecen efímeras.

1. ¿Cuál es tu motivación para trabajar en tu casa? ¿Hay orgullo, rencor, o algún otro pecado que estés albergando?
2. Pídele a Dios que te de la oportunidad de usar tu hogar para servir y mostrar su amor a tu familia, amigos, e incluso a extraños.
3. La próxima vez que estés haciendo una tarea que no te guste, intenta orar mientras la haces. Gracias a Dios por el agua limpia, por las máquinas que facilitan nuestro trabajo, por nuestro techo, por poder seleccionar la temperatura del ambiente, etc. Orar con un corazón agradecido y de adoración llevará una perspectiva egoísta hacia una visión eterna.