¡No le temas al desierto!Muestra

No luches con el desierto, aprende a atravesarlo: Tu deber no es entender el desierto, sino solo confiar en Dios. Tu enemigo intentará distraerte, Satanás siempre buscará acabar tu fe con sus mentiras, y allí es donde empieza la prueba. ¿Vas a confiar en que tu Padre tiene caminos más altos? Dios nunca te enviará a un desierto sin Su dirección. Él no nos da una prueba y luego espera a que nosotros descifremos solos el intermedio. Papá no es así. Dios quiere guiarte paso a paso, y Él lleva tu carga día tras día. Tu deber es recordar que nada se sale de Su control, y que todo lo usará para bien como promete Su palabra (Romanos 8:28).

Ahora, debes tener una esperanza segura en medio de tu desierto. Si no tenemos una promesa de Papá, no tendremos a qué aferrarnos en los tiempos más bajos. Por eso, lo primero que debes hacer en tu desierto es orar, ayunar y alabar. Un ejemplo de la importancia del ayuno, la oración y la alabanza lo vemos en Josafat (2 Crónicas 20:1-30). Josafat fue uno de los buenos reyes que tuvo Israel después de la muerte de David. En este capítulo, vemos la historia de cuando pueblos vecinos iban a atacar a Israel:

- Al enterarse, lo primero que hizo Josafat fue pedir la dirección de Dios en oración y mandar a todo el pueblo a ayunar.

- Luego, se dirigió al templo a alabarlo, haciendo memoria de Su fidelidad en tiempos pasados.

- El Espíritu Santo trajo revelación a un hombre allí presente, y Josafat recibió la PROMESA:

“Dijo: «¡Escuchen, habitantes de Judá y de Jerusalén! ¡Escuche, rey Josafat! Esto dice el Señor: '¡No tengan miedo! No se desalienten por este poderoso ejército, porque la batalla no es de ustedes, sino de Dios. Mañana, marchen contra ellos. Los encontrarán subiendo por la cuesta de Sis al extremo del valle que da al desierto de Jeruel. Sin embargo, ustedes ni siquiera tendrán que luchar. Tomen sus posiciones; luego quédense quietos y observen la victoria del Señor. Él está con ustedes, pueblo de Judá y de Jerusalén. No tengan miedo ni se desalienten. ¡Salgan mañana contra ellos, porque el Señor está con ustedes!” (2 Crónicas 20:15-17 NTV).

Al recibir la promesa, Josafat y todo el pueblo adoraron al Señor. El rey nombró cantores para dar alabanzas a Dios, y cantaban: “«¡Den gracias al Señor; su fiel amor perdura para siempre!»” (2 Crónicas 20:21 NTV).

Cuando comenzaron a alabar, el Señor hizo que los ejércitos enemigos lucharan entre ellos. Dice la Palabra que ni uno solo escapó con vida. Dios entregó a Josafat todo el tesoro de sus enemigos. Eran tantas riquezas que tardaron 3 días en recogerlo. Dios llenó de alegría a Josafat y a Su pueblo, y les concedió la paz.

Así que, tu refugio debe ser la presencia del Señor. Enfócate en escucharlo solamente a Él y no te dejes distraer por las voces que quieren derrotarte. Aférrate a la promesa que Dios te ha dado, y si consideras que no tienes clara tu promesa, ¡pídela al Señor! Si lo buscas de todo corazón, Él será bueno en entregártela. Pero recuerda, la única forma de recibir ese gozo y esa paz del Señor, es si crees y confías plenamente en Él (Romanos 15:13).

Oración guía: Papá, por favor perdóname si mi actitud no ha sido de gratitud en medio de la prueba. Perdóname porque me ha costado ver tu bondad y tu amor en medio de mi sufrimiento. Reconozco que me he quejado, que he dudado, y he peleado contigo… pero hoy vengo con un corazón arrepentido. Quiero recordar tu fidelidad. Nunca me has abandonado antes, y no lo harás ahora. Señor, quiero regresar a ti en oración, ayuno y alabanza. Quiero ser constante, quiero entregarte todo lo que soy, y conectarme de nuevo contigo. Tú nunca fallarás, tú no eres indiferente a mi dolor, y mi esperanza está segura en ti. En el nombre de Jesús, amén.

Canción recomendada para hoy: Fiel - Majo & Dan

Reto adicional: En el día de hoy, haz un ayuno. Debilita tu carne y fortalece tu espíritu. Te prometo por experiencia propia que conectarte con Jesús íntimamente recargará tus fuerzas.

El día de mañana recordaremos la importancia de confiar en Dios durante la prueba.

Te bendigo en el nombre de Jesús,

Sabina Mora

Hadassah Sisterhood