Una mamá descansada.Muestra

Cada mamá tiene un estilo único y especial de maternidad. Algunas somos más rutinarias, otras más espontáneas.

Y en el proceso de encontrar lo que realmente funcione mejor para nosotras y para nuestra familia podemos volvernos demasiado rígidas o demasiado blandas.

Con mi esposo solemos conversarlo y debatir este punto bastante. Anhelamos el equilibrio, pero admitimos que muchas veces caemos en los extremos.

La rutina de dormir en nuestra casa ya estaba establecida, pero de repente escuchamos unas risitas y unos pasitos que se acercaban a nuestra habitación.

Muchas veces tomo decisiones precipitadas, y en otras escucho primero al Espíritu Santo que está ahí para ayudarme a ser mamá.

Los estaba por mandar a la cama de vuelta, cuando decidí soltar el control y volver a leerles una historia bíblica, esconderme en un lugar estratégico de la casa y hacer que las risitas se conviertan en carcajadas. Al final terminamos la noche con una adoración espontánea de Gianna.

Parece mágico, parece Perfecto este final. Pero la realidad es que la maternidad no es perfecta, ninguna mamá lo es. Pero cuando soltamos el control y se lo entregamos a Dios y escuchamos su voz; el final del día no estará lleno de culpas y frustraciones sino que habrá descanso para nuestra alma. Jesús estuvo con nosotras, Jesús nos sostuvo, Jesús nos instruya, El redime nuestras fallas y cada día renueva su misericordia para nosotras.

Meditación

Ser autosuficiente me aleja de Dios, me aleja de mis hijos y me termina angustiando, decido poner toda mi confianza en El Señor: escuchar su voz y descansar en El.