Más allá del dolor de la rupturaMuestra

"Si no pueden ser amigos ahora, serán hermanos por siempre"
En las relaciones cristianas, las rupturas nunca son el final. Suena atrayente o no, estarán juntos por siempre. Y lo harán en un mundo nuevo donde nadie está casado, y todos son felices. Suena muy bueno para ser verdad ¿cierto? Entonces, ¿cómo debemos superar todo y pensar en nuestro ex a la luz de la eternidad?
Aunque se verán de nuevo y para siempre en el cielo, puede que no sean capaces de ser amigos ahora. Y eso no es necesariamente pecado. De hecho, en muchos casos, lo más sano emocional y espiritualmente será crear algún espacio y límites. Los corazones que han sido desechados, en cualquier nivel, necesitan sanar y desarrollar nuevas expectativas.
La reconciliación no requiere cercanía. Lo que sí requiere es perdón y amor fraternal. Puedes empezar orando por la otra persona, incluso cuando no puedas hablar con ella. Ora para que su fe aumente, para que Dios coloque a hermanos o hermanas alrededor de ella, para que su corazón sea sanado y restaurado, para que sea más como Cristo.
Necesitamos aprender a vivir en nuestras relaciones, viejas y nuevas, a la luz de la eternidad juntos. Al lado de las respuestas egoístas mostradas en los reality de TV y adoptadas por el resto del mundo, nuestra paciencia, bondad y perdón en las rupturas brillarán hermosamente.
En las relaciones cristianas, las rupturas nunca son el final. Suena atrayente o no, estarán juntos por siempre. Y lo harán en un mundo nuevo donde nadie está casado, y todos son felices. Suena muy bueno para ser verdad ¿cierto? Entonces, ¿cómo debemos superar todo y pensar en nuestro ex a la luz de la eternidad?
Aunque se verán de nuevo y para siempre en el cielo, puede que no sean capaces de ser amigos ahora. Y eso no es necesariamente pecado. De hecho, en muchos casos, lo más sano emocional y espiritualmente será crear algún espacio y límites. Los corazones que han sido desechados, en cualquier nivel, necesitan sanar y desarrollar nuevas expectativas.
La reconciliación no requiere cercanía. Lo que sí requiere es perdón y amor fraternal. Puedes empezar orando por la otra persona, incluso cuando no puedas hablar con ella. Ora para que su fe aumente, para que Dios coloque a hermanos o hermanas alrededor de ella, para que su corazón sea sanado y restaurado, para que sea más como Cristo.
Necesitamos aprender a vivir en nuestras relaciones, viejas y nuevas, a la luz de la eternidad juntos. Al lado de las respuestas egoístas mostradas en los reality de TV y adoptadas por el resto del mundo, nuestra paciencia, bondad y perdón en las rupturas brillarán hermosamente.
Acerca de este Plan

Las rupturas son dolorosas e incómodas, y muchos de nosotros tendremos que caminar este oscuro y solitario camino. Para mí, es una de las cosas más difíciles sobre las que escribir o hablar: el dolor de la intimidad que no llegó al matrimonio. Así que aquí hay nueve lecciones para crear esperanza y amar a otros cuando se termina un “casi matrimonio”.
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Nos gustaría agradecer a Marshall Segal, gerente editorial en desiringGod.org en colaboración con El Centro Network por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en: www.desiringGod.org www.elcentronetwork.com
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