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El Dinero Cae Del CieloMuestra

El Dinero Cae Del Cielo

DÍA 3 DE 4

MENTE RENOVADA

Lo dije antes, el dinero es un producto humano, algo terrenal, y sí, nos es de mucha utilidad. El dinero en sí no es malo, pero puede provocar sentimientos pecaminosos. Su abundancia o la falta de este, puede arrastrarnos al orgullo o al enojo. El proverbista lo dijo: “No me des pobreza ni riquezas; mantenme del pan necesario; No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios" (Proverbios30:8-9).

En las malas temporadas donde escaseaba el dinero por falta de empleo y por muchas cuentas que pagar, Dios trató con mi corazón e hizo una trasformación en mi mente, me enseñó a ver el dinero de forma más bíblica, me enseñó uno de sus atributos: el de PROVEEDOR. Su Palabra expuso mis errores en cuanto a la administración del dinero, me abrió los ojos a lo que mis decisiones financieras impulsivas de años atrás me habían llevado. Mucho del dolor que sufría en ese momento se debía a la falta de consulta con Dios con respecto a cómo iba a administrar todo mi dinero. Recuerdo que una vez, ordenando mi ropa en el closet Dios me habló y me dijo: “Gaby, creo que no necesitas más ropa, tienes demasiada”, ese señalamiento de Dios hacia algo tan trivial como la cantidad de ropa que tenía me dio vueltas en la cabeza y llegó tan profundo que hice la contabilidad de mis prendas más queridas… Dios tenía razón, tenía más que suficiente. Tomé una decisión: durante un año no me compraría nada de ropa. Allí empezó mi camino hacia una mente renovada, y aunque ese año me embaracé, no tuve la necesidad de comprar nada, únicamente modifiqué mis jeans y listo.

Otras cosas que aprendí sobre el dinero:

  • A Dios no sólo le interesa el tema de las ofrendas, Dios tiene sus ojos puestos en todo el dinero que llega a mis manos y desea que yo sea sabia administradora.
  • Dios no aprobó mi decisión de adquirir un préstamo con un banco en años pasados. Ese préstamo sólo me trajo dolores de cabeza e insomnio.
  • Cuando llega dinero extra o no esperado a mis manos debo hacer una pausa y meditar con Dios si esa bendición es “pan o semilla”. Si tengo el discernimiento de que es “pan” significa que puedo usarlo para mí o mi familia; pero si es “semilla” significa que debo sembrarlo o darlo a alguien que lo necesita. Es una oportunidad de pensar más en otros y dejar que Dios se encargue de mí.
  • Evitar a toda costa ser una C.C.I (cristiana compradora impulsiva). El dominio propio debe afectar positivamente todas las áreas de mi vida y como cristiana debo ser ejemplo incluso cuando voy de compras. No caer en la mentalidad del mundo en ser una consumista que se deja llevar, porque de todo daré cuentas al Señor.
  • El dinero, a los hijos de Dios, nos cae del cielo.

Quizás tengas discrepancias con algún punto de los anteriores, no todos los aprendí de golpe, fue con el pasar el tiempo y de constates conversaciones con Dios. Pero, sí deseo que analices cómo ves tú el dinero, cuál es tu cosmovisión con respecto a él, si es una cosmovisión bíblica o humanística, porque, aunque el dinero sea meramente humano su administración debe ser bíblica.

¿Estás sufriendo ahora, consecuencias de malas decisiones financieras en tu pasado?

¿Cambiarías tus decisiones financieras del pasado si pudieras viajar en el tiempo?

¿Estás dispuesto a cambiar tu manera de pensar y de administrar tus recursos?

Día 2Día 4

Acerca de este Plan

El Dinero Cae Del Cielo

Este plan es un acción de gracias a Dios por toda su bondad, también es un agradecimiento público a mi familia, amigos y congregación que sostuvieron nuestros brazos con amor en momentos difíciles. Deseo que tú que leerá...

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Nos gustaría agradecer a GABRIELA TORRES por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/evaelsalvador

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