El Proceso Del PecadoMuestra

ATRAPADO

Dejemos en claro que si no hemos entregado nuestra vida a Jesús, no hay manera de evitar que el pecado nos esclavice. Por eso, antes de pasar a los detalles del segundo nivel del proceso del pecado deseo ayudarte a comenzar una nueva vida en libertad y esto comienza cuando reconocemos que Jesús es el único que puede salvarte del pecado, solo en Él hay salvación. Por tanto si le reconoces como Señor y Salvador personal ya tenes la guerra ganada. Si estás de acuerdo ora a Dios diciéndole así: Padre te pido perdón por mis pecados y reconozco que Jesucristo cargo mis pecados, culpas y maldiciones para que hoy por su sacrificio yo sea libre del poder del pecado; te acepto y recibo Jesús, amén. Maravillosa decisión y ahora a caminar con Jesús.

El segundo paso del proceso ya no está en los sensores sino dando vueltas en nuestra mente. Es decir que la información que hemos recibido busca un lugar donde anidarse. Te pregunto, ¿vienen pensamientos malos a tu mente? Claro que sí, tanto tú como yo pasamos por lo mismo y esto es el resultado de esa “concupiscencia” que quiere saciar el deseo de la vieja vida sin Dios. Oí una vez la manera en que un hotel evitaba que los pájaros pequeños de ciudad hagan nido en sus patios internos. Ellos ponían las 24 hs un audio con el sonido de pájaros de gran tamaño, depredadores de esas especies de aves. Del mismo modo ocurre con nosotros, si deseamos ser sanos en la fe, debemos ocuparnos de no permitir que esos malos pensamientos o esa mala información haga nido en nosotros. Como dice una frase popular: “No podemos evitar el vuelo de los pájaros en nuestra cabeza, pero sí que aniden en ella”.

El pecado aún no se hizo presente, en primer lugar los sensores reciben la información, luego avanza a la mente y recién ahí y solo ahí podemos evitar que el pecado se aproxime. ¿Cómo evitarlo? No permitamos que conciba, como dice Santiago 1:15: “Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado…”.

Concebimos el pecado cuando aceptamos esa información como verdadera o correcta sin filtrarla por la Palabra de Dios. Por esta razón cuando la idea se “anidó” con la aceptación, ya no puede volver atrás el proceso. Seamos sabios y estemos “llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” frente a todo lo que nuestros sentidos naturales capten. Si este filtro no permite el paso de la información es el momento perfecto para rechazar esa información y así no hará morada en el corazón.

Oración: Señor Dios, dame discernimiento por tu Palabra para poder tamizar todos mis pensamientos y emociones y así evitar que la tentación aproveche el momento para llegar a mi corazón convirtiéndose en pecado. En el nombre de Jesús, amén.