Devocional Del Día | AgostoMuestra

Canción de la viña.

Isaías 5:1-2

Voy a cantar ahora una canción dedicada a mi amigo, el novio. Una canción que habla de su viñedo, o sea, de su novia. Mi amigo tenía un viñedo en una ladera protegida de olivos.

Preparó el terreno, lo limpió de piedras y sembró las mejores cepas.

Construyó una torre de vigilancia en medio del terreno; cavó un lugar para hacer el vino.

Él esperaba que produjera uvas buenas, pero produjo uvas de mal olor.

Estos versículos se conocen como la canción de la viña. Es una canción poética simbolizando a Dios plantando un viñedo, este habla acerca del pueblo de Israel.

Dios preparó el terreno, lo limpió y sembró; después remarca que construyó una torre esto habla de protección divina.

Podemos ver que Dios esperaba unas uvas buenas pero lo único que obtuvo fue un fruto malo.

La palabra que se usa para mal fruto es: beushím que en realidad significa frutillas venenosas.

Esto no tenía nada que ver con Dios, al contrario. El buscó que todo fuera para bien; aun así, no se formó un fruto correcto sino el incorrecto. La razón es que el pueblo fue rebelde y desobediente.

Nosotros de igual manera somos plantados, cuidados, limpiados, pero debemos de tener cuidado de no ser encontrados como frutas venenosas, sino que demos un buen fruto.

En específico el Fruto del Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza

Medita: ¿Qué fruto estoy dando con mi vida?