La promesa y el milagroMuestra

La promesa

7. Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

Me encanta poder empezar este devocional con palabras de Jesús invitándonos a soñar, a poder acercarnos con confianza delante del Padre y recibir cada una de sus promesas que tiene para ti y para mí.

1. Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. 2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.

Vemos en Génesis 12:1-2 como Dios busca (llama) a Abram a salir de su tierra para entregarle una promesa. Y en los siguientes capítulos Abram pasó por diferentes pruebas: atravesando Egipto (teniendo miedo a morir) y después rescatando a su sobrino Lot. Y en cada una de estas pruebas, Abram encontró el respaldo de Dios.

“Dios te incomoda para ser de bendición para los demás".

20. Y ahora, que toda la gloria sea para Dios, quién puede lograr mucho más de lo que pudiéramos pedir o incluso imaginar mediante su gran poder, que actúa en nosotros.

No sé cuantas veces hemos pensamos que Dios es un Dios que solo nos da lo que es y ya. Pero el propósito de este primer día es poder cambiar nuestra mentalidad; una mentalidad y sobre todo un corazón de hijo, un hijo que se puede acercar con confianza delante de su Padre para poder pedirle los anhelos de su corazón. Algo que me gustaría que entendiéramos igual es que Dios te va a bendecir, te va a dar todo y hasta más de lo que te has imaginado no para gloria tuya sino para bendecir a más personas.

¿Qué te ha dado Dios para que hoy puedas ser de bendición para los demás? Quizás un aumento de salario, algún bien material o simplemente una posición de liderazgo. No limitemos la creatividad y sobre todo la soberanía de Dios a través de nuestras vidas.

“Entre mayor es tu posición de liderazgo, mayor es tu servicio”.