La Adoración Es Para El SeñorMuestra

CULTIVAR UNA VIDA DE ADORACIÓN ES POR MEDIO DE LA FE EN CRISTO Y SU OBRA PARA REDIRIGIR TODA NUESTRA ATENCIÓN DIARIA A ÉL.

Este pasaje realmente me confronta. Desde siempre, Dios instituyó los sacrificios como una sombra de lo que haría Jesús perfectamente en la cruz. Él siempre pidió obediencia a su pueblo (Dt 28), los sacrificios eran la demostración de tal fe.

En este pasaje, Dios confronta nuevamente al pueblo, pues habían olvidado a su Dios y se habían ido tras ídolos. Su adoración cambió de lugar y su objeto dejó de ser el Señor. Ningún sacrificio repararía eso. A menos de que llevaran su corazón de vuelta al Señor en arrepentimiento y fe. Pues Él nos ha declarado lo que es bueno, no podemos insistir en ignorancia (Mi 6:8).

A pesar de esto, Miqueas les anunció los planes de salvación de Dios. “¿Qué Dios hay como Tú, que perdona la iniquidad y pasa por alto la rebeldía del remanente de su heredad? No persistirá en Su ira para siempre, porque se complace en la misericordia. Volverá a compadecerse de nosotros. Eliminará nuestras iniquidades. Sí, arrojarás a las profundidades del mar todos nuestros pecados” (Mi 7:18-20). ¡Qué declaración tan hermosa para anunciar a Cristo!

Puesto que Dios es santo y justo, no tiene al culpable por inocente, Él lidió con nuestra maldad en la cruz donde el Siervo sufriente, Jesús, murió por nuestras rebeliones e iniquidades. Solo de esta manera Dios se puede compadecer de nosotras (Heb 4:15-16). Solo por esta obra maravillosa de salvación podemos acercarnos confiadamente al trono de la gracia y encontrar el oportuno socorro.

Es por fe en Cristo y su obra que cultivamos una vida de adoración. No son actividades, no es algo externo nada más, es el corazón vertido en asombrarse de lo misericordioso que es Dios contigo todos los días. No merecíamos tal misericordia, pero Él nos la ha dado por gracia. Adoramos a Dios y esa adoración también es beneficiosa para nosotras porque le recuerda a nuestra alma a quién le pertenece.

Por esta razón tan importante, cultiva cada día una vida de adoración. En el carro, en tu hogar, en tu iglesia, con tu vida. Dios siempre está presente, listo para recibir tu adoración.

APRENDE, VIVE, LIDERA

• Aprende: ¿Qué cultivaba el pueblo de Israel?
• Vive: Lee todo el capítulo 6 de Miqueas. Haz un resumen de los postulados de Dios contra el pueblo. Luego, examina su corazón en cada uno. ¿Cómo se ve tu adoración diariamente? Recuerda la promesa de Jesús a la samaritana en Juan 4:21-24 y escribe tus conclusiones.
• Lidera: Camina con una amiga para cultivar una vida de adoración.

ORACIÓN

Señor amado, estoy tan necesitada de ti aun cuando te olvido en mis circunstancias diarias. Recuérdame cuánto necesito adorarte fielmente, soy yo la necesitada de exaltarte para que recuerde que no hay otro amor más grande que el tuyo, que no hay otra persona que me satisfaga como tú. En Cristo, amén.

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