[Confiesa el Nombre] El nombre de JesúsMuestra

Profecías poderosas

El nombre de Jesús es tan insondablemente dador de vida, tan irrefutablemente poderoso, tan indescriptiblemente grande, que lo vemos repetido a través de las Escrituras. La mayoría de la gente esperaría encontrar el nombre Jesús solo en el Nuevo Testamento, pero también se encuentra en el Antiguo. De hecho, se encuentra 1176 veces a lo largo de las Escrituras.

Hay docenas de descripciones de quién es Jesús en el Antiguo Testamento, predicciones poderosas sobre quién es Él y lo qué vendría a hacer. El profeta Isaías escribió sobre Jesús y quién era muchos años antes de que Jesús naciera, antes de que Él viniera al mundo como Emanuel, Dios con nosotros. Cada año, en Navidad, la gente cita o canta los versículos de la Biblia que dicen: «Porque un [...] hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro». Y ese niño, que era Jesús, Isaías profetizó que sería llamado Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.

Isaías dijo que Jesús sería despreciado y rechazado por la humanidad; que sería un varón de dolores, experimentado en quebranto. Si no sabías que Jesús, que Dios, se identifica contigo en tu sufrimiento, ve lo que profetizó Isaías mucho antes de que Jesús naciera. Dijo que Jesús sería alguien de quien la gente escondería el rostro. Jesús conoce la soledad y el rechazo. Sabe lo que se siente ser abandonado. Es en Él y en Su nombre que podemos encontrar sanidad para nuestras heridas y nuestras enfermedades.

Isaías profetizó que Jesús tomaría nuestro dolor y soportaría nuestro sufrimiento; sin embargo, lo consideraríamos herido por Dios. Creo que esta negación es un problema en la Iglesia estadounidense de hoy: muchos realmente no tienen en alta estima el nombre de Jesús, tan alto como debería ser. Piensan que es inútil e ineficaz, cuando su nombre es verdaderamente el nombre que es sobre todo nombre. En el nombre de Jesús encontramos significado, verdad y vida. No hay otro nombre semejante. Jeremías 10:6 dice: «No hay semejante a ti, oh Jehová; grande eres tú, y grande tu nombre en poderío». Jesús es poderoso. Y el principado estará sobre sus hombros. Isaías profetizó que Jesús tendría control y autoridad sobre todas las cosas. Reconozcámoslo por lo que Él es: Rey de reyes y Señor de señores.

Jesús, ayúdame a darte el honor que mereces.