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El pecado es pecado

¿Qué es lo más aterrador que has tenido que hacer?

Para Aod en Jueces 3, la respuesta habría sido obvia.

Aod trajo tributo al rey Eglón, lo que detuvo al rey de otra matanza de judíos. Pero más tarde ese día, como un James Bond del Antiguo Testamento, regresó con una espada escondida en su pierna derecha. Los soldados que custodiaban al rey Eglón solo revisaron la pierna izquierda de Aod en busca de armas porque los soldados en ese entonces eran diestros.

"Con su mano izquierda Aod sacó el puñal que llevaba en su lado derecho, y se lo hundió en el vientre. Con tal fuerza se lo clavó, que la empuñadura entró junto con la hoja, y su gordura la cubrió, y Aod no pudo retirar el puñal porque al rey se le derramó el excremento". (Jueces 3:21,22). Y justo ahí está la razón por la que quizás no conozcas esta historia; no se cuenta en la escuela dominical.

No estoy abogando porque escondas una espada en el lado derecho de tu cuerpo. Pero la Palabra de Dios es un arma de doble filo. Corta el pecado. El pecado necesita ser eliminado. . . de nuestras vidas y de las vidas de los demás. Piensa en ese amigo luchando en la vida, en el pecado. ¿Qué mensaje necesita escuchar esa persona?

Ama a esa persona lo suficiente como para decirle que el pecado es pecado. Ámalos lo suficiente como para ayudarlos a eliminar ese pecado de su vida. Cuando se arrepientan, hágales saber que son perdonados.

Una de las mejores maneras de guiar a tu amigo al arrepentimiento es este modelo. ¿De qué necesitas arrepentirte? ¡Cuando lo hagas, la paz recibirás!